A 15 días del asesinato del sacerdote Marcelo Pérez, miles de feligreses católicos participaron ayer domingo en una peregrinación para pedir por la paz y tranquilidad en Chiapas, estado que desde hace tres años está sumido en un conflicto entre dos organizaciones que se disputan el control de varios municipios.
Desde las 8 de la mañana, las personas se reunieron en tres puntos: la salida a Comitán, la plazuela de Cuxtitali, donde fue asesinado el sacerdote el domingo 20 de octubre, y la salida a Tuxtla, por la carretera libre, para caminar hacia el centro de San Cristobal de las Casas, donde participaron en una misa.
La multitud llevaba banderas con la palabra Paz, y pancartas en las que se leía: "Seguimos peregrinando hasta que la justicia y la paz se encuentren", "No hay paz sin justicia. No hay justicia sin amor".
Todos caminaron varios kilómetros para coincidir en la plaza central, como parte de las actividades del centenario del nacimiento del obispo Samuel Ruiz García, nacido el 3 de noviembre de 1924 en Irapuato, Guanajuato, y designado en 1959 obispo de la diócesis de Chiapas.
Los feligreses de las parroquias del centro y de los barrios de Guadalupe, San Ramón, Fátima y Cuxtitali, así como de otros municipios de Chiapas, que iban vestidos de blanco, pidieron que salieran de Chiapas los grupos criminales, y justicia para el sacerdote Marcelo Pérez, asesinado el domingo 20 de octubre cuando salía de oficiar misa en la parroquia de Cuxtitali, al oriente de la ciudad.
"Alto total a la violencia en Chiapas, fruto de la impunidad y la corrupción", decía una de las pancartas. "Iglesia unida, jamás será vencida", "Viva el pueblo creyente", "Viva Jtatik Samuel", "Marcelo amigo el pueblo está contigo", coreaban.
Familia del Padre Marcelo exige justicia
En el peregrinaje participó el señor Miguel Pérez Sántiz, padre del sacerdote Marcelo Pérez, así como sus hermanos, quienes vestían playeras con el rostro del párroco con la petición de "Paz, amor, misericordia".
Don Miguel Pérez llevó la fotografía de su hijo abrazada y pegada a su pecho. Lo mismo hizo cuando lo velaron y sepultaron en su natal San Andrés Larráinzar.
El hombre, de 75 años, dijo que está consternado y abatido por el asesinato. "Me duele mucho mi corazón, estoy muy triste. Es mi hijo", expresó el señor Pérez.
La familia llegó a San Cristóbal de las Casas y se integró a la peregrinación, excepto la señora Antonia, madre del sacerdote, quien se encuentra enferma.
Romeo Pérez, hermano del padre Marcelo, denunció que la justicia por el homicidio no llega aún, por ello exigió que las autoridades ministeriales sigan y mantengan las investigaciones.
Al final del peregrinaje, frente a la Catedral de la ciudad, los feligreses participaron en una misa, en la que oraron por la paz y la tranquilidad en Chiapas.
Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de las Casas, dijo durante la homilía que se perdonaba "de corazón a los asesinos materiales e intelectuales, pero es un delito que debe ser castigado".
Los organizadores calcularon en 10 mil el número de católicos que participaron, provinientes de las 57 parroquias de las siete zonas pastorales de las diócesis diseminadas en 42 municipios de las regiones Altos, Selva, Norte y Fronteriza.
La noche del sábado, decenas de personas colocaron un altar en la Plaza Catedral de San Cristóbal de las Casas en memoria del padre Marcelo Pérez.