En medio de un ambiente de tristeza e indignación, cientos de personas se reunieron el sábado por la tarde para participar en una marcha silenciosa, exigiendo justicia tras la masacre ocurrida el 9 de noviembre en el bar Los Cantaritos, que dejó un saldo de 10 muertos.
La manifestación, convocada por activistas y académicos, inició a las 4 de la tarde en la Alameda Hidalgo, avanzando hacia el Barrio de La Cruz y culminando en la avenida Circunvalación, donde está el bar.
Portando velas y vestidos de color blanco, los manifestantes caminaron en un ambiente solemne.
Familiares de las víctimas y ciudadanos preocupados por la creciente inseguridad en el estado se unieron al recorrido que simbolizó un llamado urgente a las autoridades para frenar la violencia. "Estamos aquí porque ya no podemos vivir con miedo, porque queremos un Querétaro seguro", expresó Teresa García Gasca, exrectora de la UAQ y una de las organizadoras de la marcha.
Familiares de las víctimas aseguran no haber recibido la ayuda prometida por el gobierno estatal y reclaman que sigan calificando de "ataque directo" a lo que es calificado como una masacre que cobró vidas inocentes.
"Es una burla el apoyo del gobierno, que es una mentira", exclamó la hermana de una de las víctimas, quien señaló haber recibido sólo indiferencia de los funcionarios. "Nos tienen a puras mentiras diciendo que apoyan a las víctimas, pero no es cierto. Fuimos a hablar con el secretario de Gobierno y sólo se burlan".
El recorrido continuó hacia la Plaza de Fundadores, donde los manifestantes levantaron sus velas al aire en un acto simbólico para pedir justicia.
"No queremos que este caso quede en el olvido como otros, como lo del estadio. Querétaro merece respuestas", dijo uno de los asistentes.
La marcha también contó con la participación de Waltter López, representante del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico, quien llamó a la ciudadanía a no quedarse callada ante la creciente ola de violencia.
"No podemos permitir que Querétaro pierda la paz por la que siempre ha sido conocido. Exigimos que las autoridades actúen de manera inmediata y con resultados tangibles", afirmó.
Los coordinadores agradecieron la participación de más de 27 organizaciones civiles que apoyaron la convocatoria, entre ellas el Frente Queretano, Ciencia y Sociedad, y Parlamento Abierto Ciudadano. "Estamos aquí para exigir un cambio. La seguridad no es un favor que nos hacen, es un derecho", enfatizó uno de los voceros de uno de los colectivos.
Además, los manifestantes leyeron un pliego petitorio en las oficinas gubernamentales cercanas, donde exigieron al gobernador Mauricio Kuri abrir un espacio de diálogo con la sociedad civil.
Entre los asistentes se respiraba un aire de esperanza mezclado con dolor. Las velas encendidas iluminaron la avenida Circunvalación frente al bar del que todo el país ha hablado, recordando a las víctimas que ya no están y a las familias que hoy lloran su ausencia.
La marcha silenciosa culminó con una oración colectiva por la paz y la seguridad en Querétaro.