Ciudad de México.-Bajo las consignas "¡Más ciencia, menos obediencia!", "¡va a caer, va a caer, Romero va a caer!", "el CIDE es primero, saquen a Romero", "esos son los que friegan la nación", "¿por qué nos politizan si somos el futuro de América Latina", "el CIDE vive, la lucha sigue", "un dictador no será mi director", y "Conacyt, escucha, el CIDE está en la lucha", más de 2 mil estudiantes y académicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) marcharon ayer sobre la avenida Insurgentes.
A la manifestación que partió del Parque Hundido hacia las instalaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se sumaron maestros y alumnos de instituciones educativas como la UNAM, UAM, IPN, Ibero, ITAM, ENAH, UDG, Instituto Mora, la Universidad de Guanajuato y la Red Pro Ciencia.
Por la tarde, el Tecnológico de Monterrey también brindó su apoyo a través de un comunicado en sus redes sociales en el que llamó a la conciliación y el diálogo.
La marcha estudiantil, encabezada por el historiador Jean Meyer y la internacionalista Lorena Ruano, exigió la renuncia de José Antonio Romero Tellaeche a la dirección del CIDE, la reinstalación de Alejandro Madrazo Lajous como director de CIDE región Centro; de Catherine Andrews como secretaria académica, y de Gisela Morales, excoordinadora de Administración y Finanzas, los tres destituidos recientemente por las autoridades del centro de investigación.
Además, pidieron la intervención de la Secretaría de Gobernación para entablar un diálogo con las autoridades del Conacyt, que la comunidad estudiantil tenga voz y voto en la toma de decisiones de la institución y la promesa de no represalias a la comunidad del CIDE por su participación en el movimiento, que inició el pasado 29 de noviembre, con la toma de las instalaciones del centro en Santa Fe, tras la designación de Romero Tellaeche en la dirección.
Tras la marcha que duró alrededor de una hora, los estudiantes aplaudieron a los manifestantes y contingentes universitarios. "El día de hoy, moral y discursivamente, le estamos metiendo una chinga al Conacyt", dijeron.
La internacionalista Lorena Ruano leyó el pliego petitorio de la Asamblea Académica del CIDE, con el que exigen, en primer lugar, "el cese inmediato del hostigamiento a la comunidad académica nacional en su conjunto", pues los agravios al CIDE "son sólo el ejemplo más reciente del autoritarismo, la persecución y la calumnia por parte de nuestra cabeza de sector".
Asimismo, pidieron que se respeten las libertades de expresión, investigación y cátedra, que se escuche a la comunidad estudiantil del CIDE y se respete su derecho de petición. Solicitaron que se respete la normatividad interna del CIDE para que los estudiantes tengan voz en los procesos de toma de decisiones.
Y pidieron que la Secretaría de Gobernación sea mediadora para establecer un espacio de diálogo para dar cauce a las demandas de la Asamblea Académica Permanente, de la Asamblea Estudiantil y de los sindicatos, así como ofrecer una ruta de solución para establecer la legalidad en los procesos de toma de decisiones del CIDE.
"La directora del Conacyt no es una interlocutora confiable porque ella ha violado la normatividad y los órganos colegiados al imponer a Romero", expuso Ruano.
Al fijar la postura de los académicos, Jean Meyer indicó que los agravios a la comunidad científica son que el Conacyt "no defendió el financiamiento para ciencia en los fideicomisos, hizo cambios unilaterales al reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la persecución judicial a 31 científicos sin fundamento legal", entre otros.
Recordó el nombramiento del fiscal Alejandro Gertz Manero como miembro del SNI nivel 3 y que el Conacyt ha ignorado a 270 miembros del sistema que piden convocar al Comité de Honor.
Por su parte, los estudiantes dieron lectura al posicionamiento de la Asamblea Académica Permanente y refrendaron que para liberar las instalaciones se debe dar cumplimiento a las demandas de su pliego petitorio, el cual hicieron público desde el pasado 30 de noviembre, en el que destaca la renuncia de Romero Tellaeche y el compromiso de no represalias.