Enmedio de la ola de migración ilegal que se presenta en México, Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), aseguró que el gobierno mexicano encara el reto de la migración con una "visión humanista" y llamó a poner fin a la "persecución y demonización de los migrantes".
En su mensaje al participar en la sesión del Debate General del 78 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, y en representación del presidente López Obrador, la canciller señaló que México tiene una brújula muy clara: "humanizar la migración" porque, indicó, la migración debe de ser una opción y no una obligación, y que cuando una persona migra, debe de hacerlo de manera segura, ordenada y regular.
"Como bien lo señaló el secretario general, a 75 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es momento de ponerle fin a la persecución y demonización de los migrantes".
La canciller señaló que el fenómeno migratorio, sin precedentes que se presenta actualmente concierne a toda la comunidad internacional y a todos en su conjunto.
Por eso, indicó, México insiste en la urgencia de atender las causas estructurales y profundas de la migración.
Manifestó que el gobierno mexicano reafirma la importancia de apoyar a las comunidades de origen y sumar voluntades y recursos para lograrlo.
"Se requiere el apoyo y la contribución de todos los países y, especialmente, de aquellos países receptores que se benefician del trabajo y las aportaciones de las personas migrantes".
En este sentido, destacó que en Estados Unidos, los migrantes aportan más de 500 mil millones de dólares en impuestos.
"Es fundamental, entonces, evolucionar hacia modelos de gestión migratoria que ofrezcan espacios de inserción laboral y financiera, seguras y formales, que faciliten la integración en las sociedades de acogida, modelos que protejan los derechos humanos de las personas migrantes en todo el ciclo de la migración".