En menos de 48 horas, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) terminó su jornada nacional de protestas con las que intentó presionar a la Secretaría de Gobernación (Segob) y a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para mejorar sus condiciones laborales.
Cientos de profesores disidentes empacaron sus casas de campaña, hicieron sus maletas y limpiaron la calle frente a la Cámara de Diputados para volver a sus estados de origen, tras mantener por seis horas el paso libre en casetas de la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Zacatecas y Chihuahua. "Estamos aquí y hacemos estas acciones porque el discurso de diálogo permanente no coincide con la realidad. Cuando intentamos avanzar hacia Palacio Nacional nos recibieron con cercos, gases y escudos. Eso confirma que no existe la voluntad de resolver las exigencias que el magisterio ha planteado desde hace años.
"Nuestro plantón no es un capricho, es la respuesta a una negociación que no avanza y a una lista de demandas que siguen abiertas: abrogación de la Ley del ISSSTE 2017, la desaparición del USICAMM y un presupuesto educativo digno. Si el gobierno tiene interés real en escuchar, aquí estamos, a la vista de todos, esperando soluciones de fondo y no discursos", dijo Pedro Hernández, secretario general de la Sección 9.
La disidencia magisterial abordó, al menos, cinco camiones con destino a las salidas de Puebla, Chalco y Morelos, para levantar plumas, acción que los dirigentes definieron como protesta pacífica y como recordatorio de que "nada está resuelto" en las negociaciones con el gobierno federal.
Entre gritos de: "¡Si no hay solución, no rodará el balón!" y "¡Desde el sur hasta la baja, la CNTE no se raja!", toques de tambor y el ondeo de banderas con un hacha y una hoz, los profesores tomaron la caseta de Tlalpan, punto donde llevaron a cabo su mitin de cierre de protestas.
Ahí, Pedro Hernández explicó que abrir las carreteras era "un regalo de Buen Fin" para los ciudadanos que, como ellos, son trabajadores y merecen transitar libremente por carreteras, propiedad de millonarios.
"Permitimos el paso y montamos este plantón porque el magisterio ya no puede seguir escuchando promesas que no se traducen en acuerdos. Hemos participado en mesas, hemos entregado diagnósticos y propuestas, pero seguimos sin una sola respuesta concreta".