Para hacer frente a la falta de representación de mujeres en el magisterio y en los sindicatos, al acoso laboral y a los distintos tipos de violencia, incluida la institucional, que viven maestras y trabajadores de la educación en México, un grupo de mujeres formó la colectiva Lentes Violeta, que atiende y acompaña a víctimas de este rubro.
"Toda la educación y sobre todo en México ha sido patriarcal, nuestro sistema social es así y las compañeras muchas veces no identifican los tipos de violencia, que incluso ellas han sido víctimas. Nuestra intención como colectiva no solamente es defendernos y gestionar con perspectiva de género nuestras problemáticas, sino tenemos una finalidad pedagógica de educar a nuestras alumnas, alumnos y a la formación docente".
Esta red de apoyo, explicó, es interseccional pues pertenecen mujeres de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que son trabajadoras de primarias, educación especial o preescolar; de la sección 10 que son de secundaria; y de la sección 11 como trabajadoras administrativas y asistentes educativas.
"Luchamos para que nuestras representaciones sindicales no sean de hombres, la compañera Michelle vivió mucha violencia cuando se le propuso para ser representante sindical, sufrió una violencia tremenda. Cada una de nosotras tenemos historias de violencia tanto institucional como sindical, porque los sindicatos, los altos mandos de los sindicatos son masculinos, cuando la base está conformada en una gran mayoría por mujeres ", lamentó.
Por su parte, Michelle Domínguez, cofundadora de la colectiva, dijo que desde el 30 de septiembre de 2022 dan seguimiento con perspectiva de género a los casos de violencia de los que han sido víctimas las mujeres en el magisterio. Además, buscan paridad legislativa, jurídica y en materia de derechos laborales.
"Dignificar a las mujeres, sobre todo a las mujeres que pertenecen a la Secretaría de Educación Pública (SEP), las trabajadoras de la educación. Hasta la fecha hay compañeras que deciden no denunciar precisamente porque son señaladas o revictimizadas, también son perseguidas por la misma autoridad o por los agresores", puntualizó.
Otro de los objetivos, agregó la profesora Oralia Rivera, es modificar el tejido social respecto a la educación, fortalecer la comunicación y el diálogo con directoras y directores de escuelas y construir una colectividad con perspectiva de género.
"No es fácil porque de verdad toda la estructura de la SEP es patriarcal. Hasta los mismos compañeros hombres oponen resistencia.
La educación es a lo que le apostamos, es en lo que trabajamos, ha sido nuestra vida, a lo que nos dedicamos, es la esperanza que tenemos de educar a nuevas generaciones con una mirada diferente", concluyó.