Andrés Manuel López Beltrán ya cumplió más de un año como secretario de Organización de Morena.
En el último trimestre ha intensificado sus recorridos por el país, en la recta final para alcanzar la meta de 10 millones de afiliados, después de ser cuestionado por sus viajes al extranjero.
Aunque ha intentado mantener un bajo perfil, tanto en redes sociales como eventos del partido, su gestión se ha visto opacada por escándalos de viajes y lujos que contrastan con la austeridad pregonada por su partido.
Sus giras por el país también se han visto marcadas por un distanciamiento con la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, a quien tampoco acompañó en sus recorridos por los 32 estados que hizo durante 2025.
Su principal responsabilidad es estar a cargo de la afiliación de nuevos protagonistas del cambio verdadero, como le llaman en sus estatutos a los militantes que se sumen a Morena, partido fundado por su padre, el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con sus publicaciones en redes sociales, López Beltrán ha visitado 34 ciudades desde finales de octubre, como parte de las reuniones de organización de las que está a cargo.
"En un año hemos visitado cuatro veces los 32 estados de la República y estamos muy cerca de cumplir todas nuestras metas en materia de afiliación, credencialización y conformación de comités en cada una de las secciones electorales del país", escribió en su cuenta de Instagram.
Su reaparición, en octubre, ocurrió semanas después de que el secretario fue captado en Tokio, Japón, de vacaciones, en tiendas y hoteles de lujo, argumentando que fue después de "extenuantes jornadas de trabajo".
De acuerdo con su propia declaración, se hospedó en un hotel de 7 mil 500 pesos la noche, que pagó con recursos propios.
Por este viaje, además, faltó a la sesión del Consejo Nacional de Morena del 20 de julio, en la que se creó una nueva comisión para evaluar los perfiles provenientes de otros partidos, misma de la que no formará parte.
En diciembre de 2024 finalizó la primera gira nacional del partido, a la que acompañó a la presidenta del partido, Luisa María Alcalde.
Este año, para la conformación de los más de 71 mil comités seccionales en todo el país, la dirigente realizó otra gira nacional con la compañía de la secretaria general, Carolina Rangel, así como dirigentes estatales. Sin embargo, el secretario de organización no asistió a ninguna.
La presidenta del partido argumentó que su ausencia se debía a que estaba trabajando en otras tareas del partido, y negó en distintas ocasiones que haya un rompimiento al interior del partido.
La última gira de este año ha tenido especial atención en Coahuila, estado donde se disputará la renovación del Congreso estatal, que actualmente tiene mayoría de la oposición.
Las primeras ciudades que visitó fueron Torreón, Saltillo y Monclova, el 17 de octubre. Después, regresó a Saltillo el 21 de noviembre, unas semanas antes del inicio del proceso electoral local de 2026.
Pasa por alto lineamientos
La actual dirigencia de Morena emitió los lineamientos para el comportamiento ético, que deben seguir todos los militantes para cumplir con los principios del partido, pero que no se refleja en la práctica.
El documento señala que "quien aspire a representar a Morena debe practicar la austeridad republicana como forma de vida y principio de acción pública, conducirse con sobriedad y sin ostentaciones y ejercer el poder con honestidad, humildad, sencillez y vocación de servir".
También establece que no se deben "realizar viajes aéreos en primera clase o utilizar vehículos aéreos privados, sin importar el origen del recurso erogado para tal efecto".
Los morenistas, según los lineamientos, no deberán promover el consumismo o exhibir signos de ostentación material como joyería, ropa de marcas exclusivas, propiedades o automóviles de alto valor, restaurantes o turismo de lujo, entre otras extravagancias.
"La parafernalia del poder pertenece al pasado de corrupción y privilegios; Morena es humildad", dice el documento.