La Guardia Nacional, considerada el proyecto de seguridad pública más relevante del presidente Andrés Manuel López Obrador, celebra cinco años de operaciones en medio de una crisis de violencia que ha marcado su mandato con más de 190 mil homicidios registrados.
Al término del sexenio de López Obrador, la Guardia Nacional heredará a la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, una fuerza compuesta en un 82% por personal militar, aún por debajo de la meta establecida de 140 mil efectivos.
Actualmente, cuenta con más de 130 mil elementos, sin alcanzar las cifras previstas en diferentes momentos por las autoridades de seguridad.
Desde su creación en 2019, se ha cuestionado la eficacia operativa de la Guardia Nacional, que reporta haber detenido solo a 25,534 personas hasta marzo de 2023.
Especialistas en seguridad han señalado la falta de un plan de desarrollo claro y evaluaciones de impacto que demuestren sus efectos reales en la reducción de la criminalidad en México.
Según Ernesto López Portillo, experto en seguridad de la Universidad Iberoamericana, la institución carece de transparencia en sus objetivos y resultados, lo que dificulta evaluar su efectividad. Francisco Rivas Rodríguez del Observatorio Nacional Ciudadano también ha destacado las inconsistencias en los informes de la Guardia Nacional y la falta de herramientas para validar su desempeño.
En términos operativos, datos del Inegi indican que, en promedio, cada efectivo de la Guardia Nacional realizó solo 0.057 detenciones anuales entre 2020 y 2022.
Además, menos de la mitad de sus miembros poseen el Certificado Único Policial vigente, crucial para ejercer funciones policiales de manera adecuada.
Otro punto de crítica es el aumento de quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos, con más de 2,000 registros entre 2020 y 2023 según la CNDH.
Este aspecto, junto con casos de indisciplina y sanciones a más de 10,943 elementos en 2023 por faltas disciplinarias, subraya los retos internos de la institución.
A pesar de ser superada por el Ejército en tareas de seguridad pública, la Guardia Nacional sigue siendo una pieza central en la estrategia de seguridad del gobierno.
Sin embargo, la falta de resultados tangibles y los problemas persistentes plantean interrogantes sobre su efectividad y futuro bajo las nuevas administraciones.