El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha ignorado la orden del Instituto Nacional de Transparencia (Inai), de revelar la documentación generada desde 2019 relacionada con el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
Sin embargo, a pesar de la relevancia de la información para la seguridad pública, no se han impuesto consecuencias significativas.
Especialistas en transparencia señalan que las dependencias suelen desestimar las órdenes del Inai debido a las bajas consecuencias y a una campaña de desprestigio contra el instituto.
El costo político de negar información es considerado bajo, en marzo, el Inai determinó que conocer la información sobre el tráfico de armas es crucial para abordar la violencia y los delitos cometidos con armas de fuego.
El CNI argumentó que la documentación debe permanecer reservada por cinco años para evitar comprometer la seguridad nacional.
Afirmó que divulgar la información podría poner en peligro sus operaciones, ya que podría ser utilizada por grupos criminales para neutralizar sus actividades.
Por lo que la revelación podría exponer métodos y procedimientos de inteligencia, perjudicando la seguridad del Estado.
Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, mencionó que las sanciones por no cumplir con las órdenes del Inai son complicadas y menores para una dependencia como el CNI.
A pesar de que se instruye basándose en un análisis y con el fin de proteger el interés nacional, sus resoluciones no son automáticas ni fácilmente ejecutables.