En la recta final del sexenio del presidente López Obrador, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) alista la adquisición de 5 mil lanzacohetes originalmente empleados para la guerra, pero que ante las amenazas actuales pueden ser utilizados en operaciones contra la delincuencia organizada.
Para ello, la dependencia al mando del general Luis Cresencio Sandoval González lanzó la licitación LA-07-110-007000999-I-533-2024 para comprar lanzacohetes individuales, portátiles, con munición integrada, desechables, calibre 70mm+-20 mm, con poder de penetración mínimo de 300 mm en acero endurecido y un alcance máximo de 500 metros.
Ante las circunstancias actuales en las que los grupos criminales, como los cárteles presumen sus vehículos monstruo, con diversos tipos de blindaje, este armamento puede servir para operativos de la Sedena en casos de extrema necesidad o para establecer un sistema de defensa con dichos vehículos, comentó una fuente castrense.
Aunque son empleados para la guerra regular, situación que actualmente no se presenta en nuestro país, es conveniente que las Fuerzas Armadas cuenten con una supremacía en equipo y armamento en comparación con las organizaciones criminales, que se han fortalecido en equipamiento en los últimos años, indicó la fuente consultada.
La Sedena planea invertir hasta 420 millones de pesos en la adquisición de los lanzacohetes, que podría ser una respuesta derivada de las amenazas que el país enfrenta por la operación cada vez más violenta de los grupos criminales.
El pasado 18 de junio, en la apertura de propuesta para esta licitación se indica que hay tres empresas interesadas en este contrato: Distribuciones Orval ofrece la entrega de estos lanzacohetes por 266 millones 500 mil pesos; Grupo Fravic informó que su propuesta es de 420 millones de pesos, la empresa Intman ofrece la entrega de los lanzacohetes por 14 millones 523 mil 200 pesos.