La construcción del Tramo 5 del Tren Maya provocó "daño irreversible" a 125 cuevas y cenotes que fueron fragmentadas y están en riesgo de colapso por la perforación del suelo kárstico con maquinaria pesada y posterior inserción de casi 15 mil pilas de acero y concreto.
Así lo informa el documento Misión Civil de Observación sobre impactos y afectaciones del proyecto Tren Maya (construcción y uso de las vías del tren y desarrollos colaterales) en los estados de Quintana Roo y Campeche (tramos 5, 6 y 7) 2025.
El reporte creado por organizaciones no gubernamentales, civiles e indígenas señala que también se alteró el sistema hidrológico subterráneo, causó la obstrucción de flujos de agua dulce, desató la contaminación de ríos subterráneos y la pérdida de conectividad ecológica por la deforestación, y ocasionó la apertura de caminos que interrumpieron corredores biológicos esenciales para especies como el jaguar, el tapir y el mono araña.
Sobre las perforaciones en el suelo, la Misión Civil de Observación describe que las pilas de acero y concreto fueron vaciadas en cavidades naturales de 40 metros de profundidad. Para ello, se perforaron huecos en el suelo poroso, los cuales afectaron grutas y paisajes inundados.
Espeleólogos consultados para el estudio, que acompañaron la inspección, sostienen que 125 cenotes están fragmentados, con riesgo de colapso por vibraciones, el peso de la estructura ferroviaria y la presión que ejercen las cimentaciones sobre un terreno lleno de huecos subterráneos.