Con gallardía y lealtad, con trajes de gala o de asalto, las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional marcharon por última vez bajo el mando de su presidente y comandante supremo Andrés Manuel López Obrador.
Para la historia quedará que también por primera vez junto al presidente saliente la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, presenció, a un lado del titular del Ejecutivo, el desfile cívico militar por el 214 aniversario del inicio de la Independencia.
Sólo faltan 15 días para que concluya el sexenio del presidente López Obrador, quien dijo que tanto el Ejército como la Marina se convirtieron "en dos pilares del Estado mexicano" en su administración, y ayer solados de tierra, de aire y marinos derrocharon disciplina y precisión ante los dos dirigentes.
Este año destacó que la vanguardia del contingente, formado por más de 15 mil 688 efectivos, fue encabezada por la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad pública creado por López Obrador hace cinco años y que quedará bajo responsabilidad de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La Ciudad de los Palacios literalmente se estremeció con la salva número 21 —que desplegó una estela de humo verde, blanco y roja—, lanzada en honor al Presidente de la República.
Antes, el Mandatario, como marca el protocolo, realizó el izamiento de la Bandera monumental del Zócalo, mientras se realizó un pase de aviones de entrenamiento T6 Texan y PC-7 Pilatus que dejaron una estela tricolor. Una marcha militar llenó el ambiente del primer cuadro. El Mandatario abordó un Humvee descubierto acompañado por "sus dos brazos" con los que gobernó todo el sexenio, el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, y el secretario de Marina, almirante José Rafal Ojeda Durán, para hacer el pase de revista de las tropas desplegadas en la Plaza de la Constitución.
El comandante de la columna del desfile fue el general de división diplomado de Estado Mayor, Enrique Dena Salgado, comandante del cuerpo de Policía Militar, institución determinante para el establecimiento de la Guardia Nacional.
A diferencia de titulares del Poder Ejecutivo de administraciones pasadas, que veían el desfile desde el balcón central de Palacio Nacional, López Obrador y Sheinbaum Pardo lo hicieron desde un presídium a ras del suelo.