En Cancún, como si ya no existiera Covid

El asunto se complica en la noche, cuando parece que el virus se va a dormir, mientras las y los turistas salen de fiesta

CANCÚN, QR./EL UNIVERSAL.- En la zona hotelera de Cancún, las y los turistas salen de fiesta, se aglomeran, caminan, conviven, se desplazan, se abrazan, se tocan y beben como si no hubiera mañana... ni Covid-19. En la ciudad, la población parece haberle perdido el miedo a la pandemia. Las medidas preventivas se relajan, en el transporte público no se respetan límites de aforo, la gente camina en la calle sin cubrebocas y los hospitales reportan incremento de pacientes en estado grave. En vano, la titular de la Secretaría Estatal de Salud de Quintana Roo (SESA), Alejandra Aguirre Crespo, lanzó el lunes un llamado de emergencia para que prestadores de servicios y población local extremaran las medidas sanitarias, en un intento por contener los contagios. Los casos positivos se encuentran al alza como nunca antes desde que inició la pandemia, en marzo de 2020, y la velocidad de contagio, tanto como la ocupación hospitalaria, tienen a la zona norte de la entidad al límite de marcar en rojo el semáforo epidemiológico local. De poco han servido las advertencias del gobernador del estado, Carlos Joaquín González, sobre la posibilidad de volver al confinamiento, lo que implicaría —dijo claramente— cerrar comercios, cancelar vuelos, limitar la movilidad al máximo y resentir los efectos económicos de la parálisis turística.

OLVIDAN PROTOCOLOS

Los protocolos existen, pero no se respetan, sin importar si es de día o de noche, aunque al ocultarse el sol las cosas se complican, porque aumenta la presencia de turistas en establecimientos cerrados, así como la ingesta de alcohol en bares y discotecas que se maquillan de restaurantes y terrazas para operar. En el transporte público, concretamente en los autobuses que van del centro de la ciudad hacia la zona turística, el reparto de gel sanitizante quedó atrás. Algunos choferes usan el cubrebocas, otros no y varios lo traen bajo la nariz. Pocos son los conductores que revisan si la unidad rebasa el cupo permitido. En una unidad abordada como parte de un recorrido, de 20 usuarios, más de seis no portaban el cubrebocas y un par lo traía mal colocado. Tanto turistas como residentes. El chofer no les dijo nada, pues se arriesgaba a ser agredido, como ya ha ocurrido. En Punta Cancún, que concentra los restaurantes, bares, plazas comerciales, discotecas y locales de artesanías, hay letreros que marcan el uso de cubrebocas y botellas con gel a la entrada, pero en varios casos observados, las y los comerciantes omiten el uso de protección. Para Abel, vendedor de artesanías y lentes de sol en un puesto en la vía pública, las cosas no han variado pese a los anuncios de alerta, porque no hay quién vigile el cumplimiento de las restricciones. Todo se encuentra "estable", dice, con el cubrebocas en el cuello. "Todo está bien, todo está bien. Estamos en México, ¿no? Eso nomás lo hablan porque nadie se encarga de revisar eso. Las autoridades… menos ahorita que están en elecciones. Están clavados en su hueso", asegura e interrumpe al ver pasar a una pareja de turistas: "¡Amigo! Lentes, pipas, 'songlases'". En playas como Gaviota Azul, en donde Plaza Forum remodela su fachada y la música del club de playa del Mandala ameniza el momento vacacional, tampoco hay filtros ni gente controlando el ingreso o tomando temperatura. Menos aún se observa a alguna autoridad supervisando. Tendidas sobre la arena, sentadas bebiendo cerveza, en familia, grupos, pareja o en solitario, las personas dicen que es incómodo y poco práctico quitarse y ponerse el cubrebocas cada que entran al mar, cuyas aguas —en esta playa— han sorteado el recale masivo de sargazo. El asunto se complica en la noche, cuando parece que el virus se va a dormir, mientras las y los turistas salen de fiesta: andan sin cubrebocas, hay aglomeraciones de jóvenes bailando, bebiendo y tocándose, pese a que hay sitios con distancia entre mesas y comensales.

FIESTA NOCTURNA

El 18 de mayo, la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres lanzó un comunicado urgente dirigido a sus 190 centros de hospedaje afiliados, mediante el cual comunicó que, para evitar pasar al rojo había que reforzar y vigilar "celosamente" las medidas de sanidad en sus establecimientos. Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, Iván Ferrat, llamó a las autoridades a aplicar "mano dura" para hacer valer las restricciones e impedir que se transite al color rojo, lo que incluye a los turistas. "Si en sus países respetan las reglas, se ponen el cubrebocas, aplican la sana distancia, se lavan las manos y no pueden abordar el transporte [público] o entrar a algún establecimiento si no cumplen con las reglas, no vemos por qué aquí tendría que ser la excepción", señaló.

VACUNACIÓN A PERSONAS DE 50 A 59 AÑOS INICIA EL SÁBADO EN EDOMEX

El próximo sábado 29 de mayo inicia la aplicación de la primera dosis de vacuna contra Covid-19 a personas de 50 a 59 años de edad, nacidos entre 1962 y 1971, además de mujeres embarazadas con nueve semanas o más de gestación en 41 municipios mexiquenses. Las autoridades de los tres niveles de gobierno detallaron que las demarcaciones son Luvianos, San Simón de Guerrero, Tejupilco, Temascaltepec, Tlatlaya, Amatepec, Almoloya de Alquisiras, Ixtapan de la Sal, Malinalco, Ocuilan, Sultepec, Tenancingo, Texcaltitlán, Tonatico, Villa Guerrero, Zacualpan, Coatepec Harinas, Zumpahuacán y Valle de Bravo. Para poder recibir el biológico deberán presentar una identificación oficial, comprobante de domicilio original, así como el formato impreso generado al registrarse en el portal oficial https://mivacuna.salud.gob.mx/index.php, el cual deberán llenar con toda la información requerida, dejando en blanco únicamente el tipo de vacuna, el número de lote y la fecha de vacunación. La ubicación de las sedes se puede consultar en el sitio web http://edomex.gob.mx/vacunacion.