"Nada de política". Nada de confrontación con sus adversarios, nada de críticas a las agencias de inteligencia de Estados Unidos, mucho menos fijar su postura sobre los problemas nacionales.
En su último homenaje a las madres de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador prefirió flores, la música de mariachi y el son jarocho para deleitar a mamás, abuelas, "a las que se nos adelantaron", a quienes —citando al poeta de Ciudad Juárez, Juan Gabriel— refrendó su amor eterno.
"Buenos días, ánimo. Felicidades a todas las mamás de nuestro país, y de otros países a todas las madres, a las mamás que se nos adelantaron, pero como vamos a decirlo en una canción, hay amor eterno.
"Nuestro cariño... Esta mañanera comienza con 'Las Mañanitas' y vamos a llevar a cabo este homenaje a las madres".
Con un traje azul, corbata roja con águilas republicanas doradas, el Jefe del Ejecutivo llegó al Salón Tesorería de Palacio Nacional cargando un ramo de flores en la mano.
Igual que en los festivales del 10 de mayo de las escuelas del país, partió plaza para celebrar a las mamás mexicanas.
Así se arrancó el Mariachi Son de México, con la voz de René Ramírez y Octavio Velázquez con "En tu día", "Hasta que te conocí", "Te lo pido por favor" y "Querida".
"Para todas las mamás preciosas en este su día, aquí está su canción. 'Amor eterno', señor Presidente", dijo uno de los intérpretes vernáculos, a sabiendas de que dicha melodía es una de las favorita del Mandatario.
Emocionado, con la sonrisa contenida, los recuerdos se agolparon en su memoria. De pie a un costado del pódium, el Presidente de la República echó las manos atrás de su espalda. Al sonar de violines y guitarras, sus dedos jugueteaban nerviosos.
"En el festival no podría faltar la música de Veracruz. Porque el Presidente es choco-jarocho de nacimiento. Y la música del puerto estuvo a cargo de una institución que el Ejecutivo ha llamado uno de los dos pilares del Estado mexicano.
Dos integrantes de la agrupación bailaron y le entraron duro y sabroso "al zapateado" con "El Tilingo Lingo" y con sus pies hicieron el moño con un lazo rojo con la tradicional "La Bamba".
Al final del festival, el Presidente se tomó la foto con sombrero jarocho. Se despidió para realizar una gira de trabajo al sureste mexicano, y dejó las flores para las madres de México, en su apresurada despedida felicitó a las mamás periodistas.