El pleno del Senado aprobó en lo general y en lo particular —y turnó al Ejecutivo federal— el dictamen que reforma y deroga diversas disposiciones de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, y el cual crea el llamado Derecho Petrolero para el Bienestar, que implica el cobro de un impuesto único de 30% a Petróleos Mexicanos (Pemex) por la explotación de hidrocarburos y de 11% en el caso del gas.
La reforma impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo busca reducir la carga administrativa y operativa sobre la petrolera.
La reforma elimina el Derecho por la Utilidad Compartida y los Derechos de Exploración de Hidrocarburos y de Extracción de Hidrocarburos.
En su lugar, la firma productiva del Estado pagará sólo el Derecho Petrolero para el Bienestar.
En tribuna, la presidenta de la Comisión de Energía, Laura Itzel Castillo, argumentó que la aprobación del dictamen tiene importancia decisiva para las finanzas de Pemex, ya que al sustituir los tres derechos por uno solo se prioriza la viabilidad financiera de la empresa pública y simplifica su esquema fiscal.