El Gobierno de México condenó la incursión del ejército de Israel en el norte de Cisjordania y sus campos de refugiados, que han dejado múltiples víctimas mortales y dañado infraestructura esencial.
A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Gobierno mexicano expresó su preocupación por el llamado a evacuar a la población civil en el área y condenó las acciones de colonos radicales contra civiles palestinos y sus propiedades.
"Estas acciones son contrarias al derecho internacional y obstaculizan los esfuerzos para poner fin a la violencia en la región", dijo la SRE.
Cisjordania enfrenta la mayor operación militar israelí
Cisjordania se encuentra vivendo una de las jornadas más violentas en años recientes, tras una operación lanzada por las fuerzas israelíes el pasado miércoles al norte de los territorios ocupados.
La ofensiva había dejado al menos 12 palestinos muertos, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Sin embargo, el Ministerio de Salud palestino elevó la cifra a 16 víctimas fatales, reflejando la creciente tensión en la región.
La operación, descrita por las FDI como "antiterrorista", se concentró en las ciudades de Yenín y Tulkarem, ubicadas en el norte de Cisjordania.
Según las fuerzas israelíes, cinco "terroristas armados" murieron durante enfrentamientos tanto aéreos como terrestres.
Adicionalmente, un ataque aéreo en el campo de refugiados de al-Faraa, cerca de Tubas, resultó en la muerte de otros cuatro palestinos, lo que incrementa la cifra de muertos en la incursión.
Pese a los llamados internacionales, la operación continuó, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exhortó a Israel a detener las acciones militares, advirtiendo que esta ofensiva "está echando gasolina a una situación ya explosiva".
Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos no han logrado frenar la escalada de violencia.
La magnitud de la operación ha sorprendido a periodistas y observadores locales, quienes afirman que no se ha visto algo similar en Cisjordania desde los días de la segunda intifada palestina, que tuvo lugar entre 2000 y 2005.
Se trata de la mayor incursión militar israelí en la región desde entonces, en un territorio donde residen aproximadamente 3,2 millones de personas, en su mayoría palestinos, aunque también hay judíos en asentamientos considerados ilegales por el derecho internacional.
El conflicto por el control tiene raíces profundas en 1947, los fundadores de Israel acordaron que gran parte de Cisjordania formaría parte de un futuro Estado palestino.
No obstante, tras varias guerras con países árabes vecinos, Israel abandonó este plan y ocupó la zona durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
Desde entonces, la región ha estado bajo ocupación militar israelí, lo que ha provocado décadas de tensiones y enfrentamientos.