En su primera gira internacional y ante la Cumbre de Líderes del G20, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo propuso que se destinen 24 mil millones de dólares provenientes del gasto militar anual que hacen las naciones para beneficiar a 6 millones de sembradores por medio de un programa social de reforestación, con la creación de un fondo mundial para inyectar "1% del gasto militar de nuestros países" y establecer el que considera que podría ser el programa "más grande de la historia" de reforestación para mitigar el calentamiento global y restaurar el tejido social, a la vez que ayudaría a las comunidades a salir de la pobreza. "La propuesta es dejar de sembrar guerras; sembremos paz y sembremos vida", dijo en su primera participación en el panel Luchando contra el Hambre y la Pobreza, tras ser recibida en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, con un fuerte dispositivo de seguridad, por su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Resaltó: "Significaría liberar unos 24 mil millones de dólares al año para apoyar a 6 millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de hectáreas, algo así como cuatro veces la superficie de Dinamarca, toda la de Guatemala, Belice y El Salvador juntos, o 30% de la de Suecia".
En su participación, sentada a un lado del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y del presidente de Francia, Emmanuel Macron, la Presidenta de México aseguró que nuestro país ha apoyado a la reforestación y a los campesinos para lograr cambios importantes con el programa ´Sembrando Vida´, que consiste en dar un salario a familias pobres del campo y capacitación técnica para sembrar árboles maderables y frutales, así como otros cultivos. Precisó que este apoyo, al que se destinan cada año mil 700 millones de dólares, beneficia a 439 mil familias mexicanas y a 40 mil en Guatemala, Honduras y El Salvador, permitiendo con ello la reforestación en los últimos seis años de más de un millón de hectáreas con la siembra de mil 100 millones de árboles, lo que equivale a capturar anualmente 30 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Por ello, cuestionó a los jefes de Estado por qué en dos años creció casi el triple el gasto en armamento. "Resulta absurdo, sin sentido, que haya más gasto en armas que para atender la pobreza o el cambio climático", subrayó.