Lenia Batres Guadarrama, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), fue espiada desde su juventud por la temida Dirección Federal de Seguridad (DFS), hoy Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la cual siguió con detalles prácticamente todas sus actividades: desde viajes a países comunistas, su paso por organizaciones políticas y sociales, así como sus intervenciones en estas.
Sin embargo, eso no es todo. En fichas de reportes de la DFS, que hasta el día de hoy permanecían inéditas y a las cuales tuvo acceso en exclusiva EL UNIVERSAL, se detalla que no sólo se espiaron las actividades de la hoy ministra, sino también las de sus padres, y de sus hermanos, entre ellos, Martí Batres, actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México, de quien incluso detallan una detención y maltrato por parte de policía del entonces Distrito Federal.
Viaje a la URSS
En el primer reporte que se elaboró de quien algunos llaman "la ministra del pueblo", es la ficha marcada con el folio 009-017-005 fechada el 13 de agosto de 1981, en la que se afirma que Lenia Batres Guadarrama, con entonces 12 años, llegó a la Ciudad de México procedente de la entonces URSS por la aerolínea Aeroflot y en donde incluso se detalló su número de pasaporte.
Guadarrama, Lenia B. México. Llegó por Aeroflot en la ruta Rusia-Cuba-México, pasaporte ordinario XXXX, se lee en una pequeña tarjeta elaborada en una máquina de escribir y cuyo color amarillo se comienza a perder por el paso del tiempo.
Cuatro años después, en un reporte del 10 de abril de 1985, la DFS señaló a Lenia Batres y a sus hermanos Viétnika y Martí como militantes del Partido de la Revolución Socialista (PRS); mientras que a sus padres —Cuauhtémoc Batres y Rosario Guadarrama— los clasificó como integrantes de la CNTE.
En otro reporte fechado el 3 de junio de 1985 en Irapuato, Guanajuato, se indica que en una discoteca se efectuó una reunión entre militantes del PRS en donde además de Lenia, estuvieron sus hermanos Martí y Viétnika, así como sus padres.
Destaca que, en ese encuentro, se afirma, estuvieron René Bejarano y su esposa Dolores Padierna.
"Durante el primer día se discutió sobre la situación de la izquierda nacional en estos momentos. Señalando que no se encuentra en condiciones de responder a las necesidades del país.
Por lo que fue necesario empezar a construir el Partido Revolucionario que aglutine a las masas, aunque se dijo que no habrá cambios en la vida fundamental del país sin que se dé la unidad de la izquierda, la cual no se unificará por carecer de una línea política que guía a las masas", destacó el documento.