Chilpancingo, Gro/El Universal.- El mediodía del miércoles, en el patio de un autolavado en el centro de San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente, el alcalde perredista Conrado Mendoza Almeda, su padre el exalcalde Juan Mendoza Acosta, y miembros del gobierno municipal, en su mayoría, se reunieron con un objetivo: reactivar el Movimiento por la Paz, un grupo autodefensa que fundaron en 2016, con el que lograron sacar del municipio a la organización criminal Los Tequileros. Había unos 18; casi todos fundadores y participantes activos del grupo autodefensa.
El encuentro se convocó porque un día antes, en redes sociales un grupo armado se adjudicó el asesinato del director de Desarrollo Rural de San Miguel Totolapan, Nazario Domínguez Nájera, quien era de los fundadores. El jueves, un grupo de reporteros recorrió las calles de San Miguel Totolapan en busca de un integrante del Movimiento por la Paz.
En una casa rotulada con el nombre del movimiento, un hombre explica que desde hace un par de años dejaron de ser ahí las oficinas. Indica dónde están las nuevas instalaciones, pero en el nuevo sitio nadie responde. En el panteón, se les pregunta a los hombres —que trabajan cavando tumbas para las víctimas de la masacre—, por los integrantes del Movimiento por la Paz. Uno de ellos es contundente: "A casi todos los mataron".
TRAICIONES Y COMPLICIDADES
Hace casi siete años, Juan Mendoza, el padre del alcalde, como presidente municipal se convirtió en una de las cabezas más visibles del movimiento contra "Los Tequileros". En su primer periodo como alcalde inició el movimiento hasta que lograron sacar a ese grupo armado de San Miguel Totolapan. Varios acusaban a la célula criminal de asesinar a sus familiares, de secuestrarlos, de extorsionar a los comerciantes. Vivían hostigados por estos criminales, según denunciaron. El movimiento detonó por el secuestro del empresario constructor Isauro de Paz Duque.
Al día siguiente, el 13 de diciembre de 2016, pobladores se armaron y conformaron el grupo autodefensa para liberar al ingeniero. Fueron días de tensión. Esa vez, los pobladores le jugaron con la misma moneda a "El Tequilero": para liberar al ingeniero, los pobladores retuvieron a su madre María Félix de Almonte y a la regidora del PRI, María del Carmen Barrera Navarro.
Dos días después se dio el intercambio. A la regidora, la FGE la detuvo porque le encontraron una lista con 32 nombres de personas que los delincuentes planeaban secuestrar, pero fue liberada por falta de pruebas. Después, fueron tres años de disputa abierta con el grupo criminal hasta que los arrinconaron en La Gavia, el pueblo de su líder Raybel Jacobo de Almonte, "El Tequilero".
Ese grupo, según registros de las autoridades, surgió a finales de 2012, formaban parte de La Familia Michoacana. "El Tequilero" era ubicado como uno de los pistoleros de El Pez, uno de los líderes de la organización criminal. Reportes de la Fiscalía General del Estado (FGE) establecen que el rompimiento entre El Pez y El Tequilero fue por una traición. Un integrante de La Familia Michoacana secuestró y asesinó a la esposa e hijos de Jacobo de Almonte. Sin embargo, "Los Tequileros" crecieron con la llegada del priista Saúl Beltrán Orozcoa a la alcaldía de San Miguel Totolapan, en 2013.
En 2015, Beltrán Orozco se convirtió en diputado local. Cuando era legislador, el Movimiento por la Paz lo acusó de proteger y dar dinero a "Los Tequileros" desde que era alcalde. Incluso, lo señalaron como el líder de esa organización criminal y de ser compadre de "El Tequilero".
En el Congreso de Guerrero, Beltrán Orozco libró un juicio de procedencia para desaforarlo, que solicitó el entonces fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez. "El juicio no prosperó, nunca pudieron detener a Beltrán Orozco, a quien sus compañeros de partido lo protegieron, pese a que Olea lo consideró como 'El Tequilero' número uno".