Xbox Series X y Series S en problemas

Microsoft lo tiene bastante difícil, incluso de cara a mejorar los resultados de ambas consolas.

Las ventas de Xbox Series X y Xbox Series S llevan tiempo en un nivel bastante bajo. Ya no es que Microsoft haya perdido claramente la guerra de las consolas de la presente generación, sino que además lo está haciendo por una relación de dos a uno contra PS5, y eso que la primera contabiliza las ventas de ambas consolas como si fueran una sola.

Con esto quiero decir algo muy importante, y es que si Microsoft contabilizase solo las ventas de Xbox Series X es probable que la diferencia con PS5 fuese de tres a uno, o incluso de cuatro a uno. Según los datos que tenemos hasta el mes de junio Xbox Series X y Series S llevan vendidas un total de 28,74 millones de consolas, mientras que PS5 ha vendido 58,78 millones de unidades.

En este escenario se me hace muy difícil pensar que Microsoft pueda llegar a lanzar una Xbox Series X mejorada. La compañía quiere pasar página y terminar con esta generación cuanto antes, y por ello lo más probable es que ya esté trabajando en una Xbox de nueva generación. Este nuevo modelo llegará entre 2026 y 2027, según las últimas predicciones, aunque algunas fuentes hablan de 2028, y es muy probable que la generación actual tenga un ciclo de vida más corto que PS5.

Microsoft reducirá el stock de Xbox Series X y Series S en Europa

Y según Tom Warren esto se producirá como consecuencia de las bajas ventas que están registrando ambas consolas en el viejo continente. Para entenderlo solo tenemos que ver los datos que han registrado las consolas de Microsoft durante el mes de mayo, ya que todavía no tengo los datos concretos del mes de junio.

Xbox Series X y Series S vendieron un total de 68.600 unidades en Europa durante el mes de mayo, mientras que PS5 fue la líder indiscutible con un total de 300.100 unidades. La consola de Sony vendió casi cinco vences más unidades en Europa en un mes que las consolas de Microsoft. En América del Norte PS5 vendió 268.400 unidades, y las consolas de Microsoft quedaron en 121.000 unidades, una diferencia mucho más pequeña si comparamos con los resultados de Europa.

A nivel mundial PS5 vendió 813.900 consolas, mientras que Microsoft se tuvo que conformar con 233.100 unidades de Xbox Series X y Series S. Creo que los números hablan por sí solos, y aunque la medida de reducción de stock apunta a Europa la verdad es que estas consolas tienen problemas en todo el mundo, y han sido un fracaso porque lo están haciendo mucho peor que Xbox One.

Microsoft lo tiene bastante difícil, incluso de cara a mejorar los resultados de ambas consolas. Una bajada de precios podría ayudar, pero tampoco podemos esperar milagros. Personalmente creo que la derrota que ha sufrido la compañía es injusta, porque el gigante de Redmond no lo ha hecho tan mal en esta generación de consolas, pero ya sabéis que al final el jugador es soberano, y es quien decide quién gana y quién pierde.