Éste es el año de Wi-Fi 6, no sólo porque romperá paradigmas para el usuario final, mediante mayor rendimiento, capacidad y cobertura, sino, fundamentalmente, porque se convertirá en la tecnología de red sobre la que las empresas soportarán su operación, producción, entrega de servicios y digitalización. El estándar se adecúa al mundo híper conectado de hoy y del futuro a través de sus características en torno a baja latencia, gran ancho de banda, óptima calidad de conexión, y eficiencia en el consumo de energía de dispositivos.
La Wi-Fi Alliance prevé finalizar su programa de certificación de este nuevo estandar para el tercer trimestre del año, lo que incrementa la expectativa de Wi-Fi 6, que promete incrementar exponencialmente la capacidad de transmisión mediante nuevas tecnologías, y ofrecer mayor eficiencia al permitir incorporar dispositivos a la red inalámbrica de forma masiva. En una era en que la irrupción de dispositivos del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es cada vez mayor, la llegada del nuevo estándar marca un nuevo hito.
No son casuales las altas expectativas de ABI Research con respecto al nuevo estándar, al pronosticar que en sólo 3 años los chipsets Wi-Fi 6 romperán la barrera de los 1,000 millones de envíos anuales. Entre sus nuevas funcionalidades, podemos destacar que el Wi-Fi 6 puede usar a conveniencia las tecnologías OFDMA, que incrementa la cantidad de datos que se pueden enviar y recibir simultáneamente y MU-MIMO, que permite que los ruteadores Wi-Fi se conecten con múltiples dispositivos de forma simultánea y, si bien ya se usaba en estándares anteriores, ahora es bidireccional y facilita al estándar alcanzar la consistencia en el flujo de datos a muchos usuarios. Ambas son útiles, según se requiera soportar muchos más clientes con una latencia más baja, o agrupar diversos clientes para el tránsito de paquetes grandes.
Por otra parte, en entornos con alta densidad de dispositivos y conexiones, la coloración BSS reduce las interferencias mejorando la eficiencia en el flujo de datos asignando “colores diferentes” a cada red para que su identificación sea más sencilla; y la tecnología de tiempo de espera objetivo, probablemente la más innovadora, optimiza la eficiencia energética de los dispositivos que estarán conectados a la red inalámbrica, al permitirles personalizar cuándo y cómo despertarse para recibir señales de datos de Wi-Fi evitando que deban conectarse cada cierto tiempo buscándolas.
Es un hecho que el desempeño de la red se ha vuelto un requerimiento crítico de los negocios digitales de la actualidad. Para las empresas que siguen en el proceso de adaptarse a una enorme gama de nuevas aplicaciones, un exponencial número de sensores de IoT y dispositivos móviles que forman parte de iniciativas como Bring Your Own Device (BYOD), colaboración y otras, una red inalámbrica más eficiente, que maneja de modo más inteligente los congestionamientos y la demanda de cada vez mayor capacidad, se vuelve factor clave del éxito.
De acuerdo con IDC, las mejoras de la nueva versión del estándar 802.11 beneficiarán a un amplio rango de sectores, pero los principales serán los de áreas con alta densidad de usuarios o dispositivos cliente conectados, transfiriendo datos a través de la red. Asimismo, agrega la firma analista, el resto de las organizaciones adoptarán Wi-Fi 6 como parte de sus ciclos habituales de actualizaciones de hardware WLAN en los próximos 3 años.
Un estudio conjunto de la National Natural Science Foundations of China, National Science and Technology Major Project y Fundamental Research Funds for the Central Universities coincide al citar resultados de simulaciones que confirman que el estándar 802.11ax mejora significativamente la experiencia del usuario en despliegues de alta densidad. Su mayor rendimiento, eficiencia y confiabilidad no sólo agilizarán los negocios, sino que los optimizarán, pues servirán de base para las iniciativas de inteligencia artificial, aprendizaje automático, multi-nube, automatización y otras, que requieren redes que soporten este tipo de innovaciones.
Gracias a las capacidades que enriquecen al nuevo estándar inalámbrico, Wi-Fi 6 marcará el comienzo de la próxima generación de conectividad y será un pilar fundamental en el proceso de transformación digital. Se espera que los nuevos dispositivos de cliente, Wi-Fi 6 identifiquen la generación de la red WiFi a la que se conectan con estos símbolos.