Aunque de forma oficial Vodafone no la tiene a la venta, parece ser que la empresa de telecomunicaciones ha sido contactada ya por inversores de carácter privado con la intención de hacerse con su control.
La filial de Vodafone en España está valorada en una cifra que ronda los 3.700 millones de euros, y aunque el grupo británico no la tiene a la venta si parece estar abierto a escuchar ofertas que le lleguen y estudiarlas. Este es el caso de la tentativa que ha puesto sobre la mesa la empresa estadounidense Apollo Global Management, cuya oferta podría estar rondando los 4.000 millones de dólares.
La situación que atraviesa Vodafone puede llevar a la venta de la filial
El grupo, en voz de Nick Read, ex consejero delegado de Vodafone, aseguró a través de diversos foros, que la filial española no se encontraba a la venta, pero la difícil situación actual por la que atraviesa podría dar luz verde a la compraventa. Vodafone se encuentra inmerso en un proceso de competencia muy alto en España, donde empresas como Telefónica y Orange parecen liderar el mercado de las telecomunicaciones.
Este pugna, más el avance de las compañías de bajo coste como Digi o MásMóvil, han llevado a que los ingresos de Vodafone se hayan visto mermados, marcando un descenso de un 16% entre los años 2018 y 2022. En la actualidad Vodafone registra unos ingresos de 4.200 millones de euros.
Por otro lado, las acciones de la compañía han caído hasta un 60% en los últimos cinco años, un hecho que ha llevado a la venta de sus filiales más pequeñas como las de Hungría, y de una participación en Vantage Towers, su filia de torres de comunicaciones.
Además de la caída de ingresos y de acciones, la situación se ve agravada con la marcha de directivos de su cúpula ejecutiva, como el del consejero delegado Nick Read, el rechazo de la oferta de Xavier Niel por su unidad italiana, la no consecución por el momento de su fusión con Three UK en el Reino Unido, y la falta de una operación para conseguir monetizar su red. Además el desacuerdo en la fusión con MásMóvil, Yoigo y Pepephone, que parecen ahora unirse a su rival Orange, llevaría a dejar a la británica en una posición muy debilitada dentro del mercado de las telecomunicaciones.
Del mismo modo, han sufrido el revés de la marcha de Colman Deegan, CEO de la filial española, puesto que ahora ha sido otorgado a Mário Vaz, encargado de la filial portuguesa y ahora también de la española. La llegada de Vaz a la delegación española ha sido muy bien recibida por la consejera delegada europea, Serpil Timuray, quien ha dicho de él que "es un líder excepcional con un historial consistente de servicio, así como de crecimiento del negocio, de generación de valor para los accionistas".
Pero el panorama complicado por el que atraviesa Vodafone no termina aquí, ahora parece que la empresa británica se plantea también despedir a un centenar de su plantilla para abaratar costos, un hecho que sería la mayor llevada a cabo en los últimos cinco años. Los despidos le llevarían a ahorrar un total de 1.000 millones de euros.
El futuro de Vodafone con su unidad española parece estar en el aire, y es que la empresa se encuentra bajo la presión de los inversores que quieren simplificar el negocio deshaciéndose de unidades más pequeñas para poder reactivar el precio de sus acciones.