Vodafone despedirá a 11.000 de sus trabajadores a lo largo de los próximos tres años, como parte de un plan de reestructuración y crecimiento de la operadora, que también servirá para simplificar la estructura corporativa de la compañía. Así lo ha manifestado la nueva CEO de Vodafone, Margherita Della Valle.
Además, la operadora, que en la actualidad tiene aproximadamente 104.000 empleados, trabajará para revertir la situación en la que se encuentra su división en Alemania, y llevará a cabo lo que ha calificado de revisión estratégica de su filial española. Hace varias semanas se hizo público que Vodafone España había atraído el interés de varios posibles compradores.
Della Valles es una profesional que lleva 29 años trabajando para Vodafone, y antes de ocupar el puesto de CEO de la operadora de manera definitiva el mes pasado ha sido su responsable de finanzas. Tiene como objetivo revertir la situación en la que está la compañía, que ha sufrido una caída sostenida del valor de sus acciones, y afronta dificultades en la consolidación de sus operaciones a nivel global.
La directiva ha asegurado también que, como parte de su plan, la operadora redistribuirá recursos para centrarse en la mejora de la calidad del servicio, así como en el crecimiento de la filial de negocios de la compañía, Vodafone Business. Della Valle reconoce que su rendimiento «no ha sido lo bastante bueno. Para aportar de manera consistente, Vodafone debe cambiar«, para señalar después que sus prioridades «son los clientes, la simplicidad y el crecimiento«.
Vodafone también ha presentado sus resultados, que evidencian que su flujo de caja libre cayó un 31% hasta los 3.300 millones de euros en el año fiscal de la compañía que terminó en marzo. Esto llega después de varias desinversiones, pero también por «movimientos esperados de capital del trabajo«. Gran parte de la caída se debe a un cambio en la ley alemana, que afecta a cómo puede Vodafone cobrar a sus clientes.
Los ingresos de la compañía antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización de alquileres durante el año fiscal que terminó en marzo fueron de 13.300 millones de euros. Vodafone los ha calificado de planos, una vez tenida en cuenta la venta parcial de la división de torres de telefonía móvil Vantage Towers y la desinversión de su filial en Hungría.
Por si estas dificultades no fuesen suficientes para Della Valle, la compañía tiene también que enfrentarse a varios accionistas del sector de las telecomunicaciones nuevos. De ellos, algunos ya están haciendo saber que desean tener más influencia en la dirección de la operadora. Según Bloomberg, el Grupo Emirates Telecommunications, respaldado por Emiratos Árabes, es ahora el accionista mayoritario de Vodafone, lo que ha llevado a que el CEO del grupo, el antiguo directivo de la compañía Hatem Dowidar, se una a la junta directiva de Vodafone como director no ejecutivo.