Unión Europea planea ya el lanzamiento del Euro digital

Ha fijado en 2023 el año en que presentará una proposición de ley para sentar sus bases legales.

Después de varios meses de movimientos, que culminaron el pasado verano con la luz verde del BCE a la fase de investigación necesaria para el futuro lanzamiento del euro digital, la Unión Europea está ya planeando de manera oficial su puesta en marcha. Y según Politico ha fijado en 2023 el año en que presentará una proposición de ley para sentar sus bases legales de cara al trabajo que ya está desarrollando el Banco Central Europeo. Lo hará, si todo sale según lo previsto, a principios de año.

Los planes de la UE con respecto al Euro digital los ha dado a conocer la Comisaria de Servicios financieros y Responsable de finanzas de la UE Mairead McGinness en el transcurso de una conferencia sobre fintech. Han tenido que pasar unas semanas por tanto desde que, a mediados del pasado noviembre, el miembro de la Junta directiva del BCE Fabio Panetta metiese prisa a las instituciones para empezar a poner en marcha el Euro digital, diciendo que «si no satisfacemos esta demanda, entonces lo harán otros«. Panetta también se refirió a la UE señalando que «como colegisladores«, tendrán «un papel clave en cualquier cambio al marco legislativo de la UE que pueda ser necesario para poner en marcha un Euro digital«.

Según el BCE, el Euro digital no será ni más ni menos que «como un euro: como los billetes de banco pero en digital. Sería un formato electrónico de dinero emitido por el BCE y los bancos centrales nacionales, y accesible a todos los ciudadanos y empresas. El Euro digital no sustituiría al dinero en metálico, sino que lo complementaría. El Eurosistema seguirá asegurando que tengas acceso a dinero en metálico en la zona euro. Un Euro digital daría una posibilidad de elección adicional sobre cómo pagar y hacer el proceso más sencillo, lo que contribuiría a la accesibilidad y la inclusión«.

Son objetivos bastante idealistas, y hacerlos realidad será complicado, eso sí. Pero el hecho de que la UE esté esperando al año que viene para presentar las primeras bases legales para un Europe digital muestra cómo de metódico está siendo el proceso tanto para la UE como para el BCE.

En la actualidad, el BCE está llevando a cabo experimentos internos con el Euro digital y espera empezar a trabajar en u prototipo hacia finales de 2023. Los mandatarios de la eurozona decidirán entonces si les merece la pena acuñar un Euro digital. Si les parece bien, la moneda virtual tardará todavía unos años en estar lista. Como pronto, llegará en 2025. Son unos plazos adecuados para lo que es un proceso legislativo en la UE, ya que el proyecto de ley tendrá que pasar a hora a negociaciones con los países de la UE, así como con el Parlamento de la Unión Europea antes de que se convierta en una ley.

El mes que viene se abrirá una consulta pública al respecto por parte del brazo ejecutivo de la UE, pero en vez de centrarse en la petición de comentarios al respecto que hizo en 2020, cuando el mayor problema para la implantación del Euro digital resultó ser la privacidad de los pagos, ahora lo hará en cómo podría utilizarse el Euro digital. Por ejemplo, en la gestión de los pagos cotidianos. Además, se realizará una valoración de su impacto, para tomar en consideración qué medidas de seguridad se necesitan para evitar que la medida pueda desestabilizar el sistema financiero.

Por ejemplo, los bancos temen que los ahorradores quieran convertir sus depósitos en la moneda digital, respaldada por el banco central, con solo un pulsar un botón, si hay otra crisis financiera. Por eso es necesario considerar todas las opciones y escenarios y regularlo todo al milímetro. Y aunque la Junta de gobierno del BCE será la que tome la decisión final sobre si es necesario poner en marcha un Euro digital, los legisladores de la Comisión Europea, y de Europa, ya están convencidos de ello.

El Presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha puesto también el Euro digital en su agenda de políticas de discusión entre los ministros de Hacienda de la UE. Y el Canciller de Alemania, Olaf Scholz, ya manifestó el año pasado al respecto que «debemos avanzar a toda velocidad. Nadie nos va a esperar. Estoy convencido de que los países de la eurozona necesitan tomar parte de manera más activa en el proceso, y jugar un papel más fuerte«.