UE desplegará un cable de Internet en el Mar Negro

Con el objetivo de mejorar la conectividad con Georgia, así como de reducir su dependencia de las líneas que circulan a través de Rusia.


La Unión Europea está planeando el despliegue y puesta en marcha de un cable submarino de Internet, con el objetivo de mejorar la conectividad con Georgia, así como de reducir su dependencia de las líneas que circulan a través de Rusia. Según el Financial Times, esto se debe a que cada vez preocupa más las vulnerabilidades que acechan a las infraestructuras que transmiten los datos a nivel mundial.

Este nuevo cable, en el que se calcula que habrá que invertir unos 45 millones de euros, enlazará los estados miembros de la UE con el Cáucaso a través de las aguas internacionales del Mar Negro. Tendrá una longitud aproximada de 1.100 kilómetros.

El proyecto de despliegue del cable tiene como objetivo reducir la dependencia de la región «del tránsito de conectividad a través de Rusia de la fibra óptica terrestre», han reconocido desde la Comisión Europea.

La UE y Georgia identificaron de manera conjunta la necesidad de contar con un cable submarino por el Mar Negro en 2021, con el fin de mejorar la conectividad digital de Georgia. La guerra en Ucrania ha dado más impulso al proyecto, dado que es necesario evitar depender de «conexiones que no son ni seguras ni estables«.

Los cables de Internet están bajo vigilancia, dado que hay preocupaciones en varios países por el espionaje. Las líneas terrestres y las estaciones en las que los cables submarinos salen a la superficie están consideradas como puntos vulnerables para la intercepción por parte de distintos gobierno, hackers y ladrones.

En concreto, las preocupaciones por el sabotaje internacional de cables submarinos y otra infraestructura marítima ha crecido desde las explosiones en el gasoducto Nord Stream en septiembre pasado, de las que aún todavía no se conoce su origen concreto.

Rusia ya ha dado indicios de que estaría dispuesta a utilizar como objetivo determinada infraestructura sensible para terceros. Esto puede ser problemático en la actualidad, cuando el que el 99% del tráfico intercontinental se transmite a través de más de 400 cables submarinos en activo, con una longitud total de 1.400 kilómetros.

Rusia es una de las diversas rutas a través de las que viajan los paquetes de datos que viajan entre Asia y Europa, y es crucial para la conectividad para algunas partes de Asia y el Cáucaso. Por eso se han disparado las preocupaciones por la dependencia del país.

Según el Presidente del Comité de Asuntos exteriores del Parlamento Europeo, David McAllister, el cable del Mar negro sería un «proyecto de primer nivel», y una prioridad regional para el bloque, dado que sin cables de Internet habría muchas dificultades para seguir manteniendo la conectividad.

Eso sí, las dudas sobre los plazos y viabilidad del proyecto siguen estando presentes, sobre todo porque Rusia sigue utilizando sus buques de guerra en el Mar Negro para disparar misiles hacia Ucrania, y el año pasado bloqueó varios de sus puertos.