Una VPN (red privada virtual) oculta tu dirección IP y cifra tu tráfico en línea, lo que se traduce en mayor seguridad en redes wifi públicas, y también mayor diversidad de acceso a contenido en línea al superar restricciones geográficas. A su vez, los proveedores de VPN pueden alertarte sobre sitios web falsos o datos tuyos personales que se hayan filtrado en internet.
Ahora bien, elegir la VPN adecuada dependerá, por supuesto, de las necesidades del usuario. Principalmente en qué dispositivo la necesitará, y con qué objetivo (podría requerir capas adicionales de seguridad, o funciones especiales como el multi-hop). No obstante, lo básico en calidad para una VPN está en su protocolo; es decir, en ese código o motor de funcionamiento tras bambalinas, y del que dependerá los criterios más básicos de protección.
Tres protocolos de VPN recomendados
Wireguard. Se trata de uno de los protocolos más nuevos e innovadores del mercado. A diferencia de otros túneles VPN, Wireguard trabaja con escasas 4000 líneas de código, en comparación con otros protocolos que trabajan con 10 mil. Esto último se traduce en eficiencia, rapidez y menor consumo de energía. También se traduce en menor vulnerabilidad, al reducir las opciones de ataque por parte de los crackers.
Por desgracia, la ligereza Wireguard impide que pueda ofuscar la red de manera nativa («ofuscar» significa hacer que el tráfico por VPN parezca un tráfico normal de internet). Lo anterior complica el uso de Wireguard de manera independiente, tal vez siendo necesario conseguir un proveedor de VPN que complemente el protocolo de Wireguard con otras funcionalidades.
OpenVPN. Se trata del protocolo VPN de más amplio uso en la industria, gracias a su código abierto que ha permitido la mejora y adaptabilidad por parte de miles de expertos. Algunos proveedores ofrecen VPN con prueba gratis en base de este protocolo; y añaden, por supuesto, funcionalidades adicionales.
En teoría, OpenVPN no funciona tan bien como Wireguard en términos de rapidez y eficiencia. Pero, por otro lado, puede ser mucho más potente ya que permite la configuración de protocolos internos de seguridad. También posee uno de los sistemas más poderosos de encriptación de datos.
IKEv2/IPSec. Uno de los protocolos favoritos entre usuarios móviles. Tiene una rapidez extraordinaria para cambiar de red. Además, cuenta con un sistema interno de seguridad que funciona muy bien cuando se intercambian datos entre diferentes dispositivos.
Dos protocolos de VPN no recomendados
SSTP. Debido a su forma de trabajar, no puede llegar a tener las mismas funcionalidades de los protocolos VPN recomendados. Lo más alarmante es que tiene un código que nunca ha sido auditado. También tiene problemas de compatibilidad con algunos sistemas operativos como MacOS.
PPTP. Si bien es rápido, se trata de un protocolo muy anticuado. Los protocolos recomendados, Wireguard, OpenVPN y IKEv2, lo superan con creces en términos de seguridad. Sencillamente no es un protocolo que valga la pena.