Ciudad de México.- La Realidad Virtual (VR) ya está siendo utilizada en diversas áreas, la mayoría de las personas podrían creer que se trata únicamente de una herramienta de entretenimiento para hacer sentir a las personas en escenarios que no existen, pero su uso está siendo probado en otros campos, incluso en la medicina, pues se han generado tratamientos psicológicos para ayudar a tratar fobias e, incluso, como terapia de rehabilitación para personas con un historial violento.
La razón de lo anterior es que las tecnologías inmersivas permiten que una persona llegue a sentir su avatar virtual como su propio cuerpo, lo que abre multitud de oportunidades terapéuticas y científicas.
Un artículo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) expone que en muchas ocasiones la falta de conexión y empatía es uno de los factores que llevan a las personas a mostrar un comportamiento violento, razón por la cual las terapias para tratar este tipo de casos suelen estar relacionadas con que la persona maltratadora se ponga en los zapatos del otro lo que podría conseguirse con la Realidad Virtual haciendo que perciban las amenazas en carne propia.
De la mano de dos investigadores de la UOC, Pierre Bourdin, coordinador del laboratorio XR Lab, de tecnologías inmersivas y Sofia Seinfeld, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, las terapias virtuales embodiment (o encarnación virtual) están siendo probadas para entender cómo las personas lidian con las emociones.
A través de esta tecnología se puede lograr que el usuario interactúe y se mueva en un entorno virtual, usando un cuerpo digital o avatar, a través del uso de unos lentes especiales y un sistema de captura de movimiento que permite reflejar su postura y gestos en el entorno virtual.
"Si mueves tu mano real, ves como la mano virtual se mueve de la misma manera. Esto engaña perceptualmente al cerebro, que en cierto modo asume que ese cuerpo virtual es su propio cuerpo", explica Seinfeld. Los expertos detallaron que el cerebro, aunque sabe que lo que ve no es real, perciba las situaciones virtuales de manera muy similar a la forma como percibe la realidad, incluso llegando a analizar las experiencias extracorporales.
Uno de los experimentos que los investigadores están llevando a cabo es colocar a personas racistas en la "piel" de una persona negra y se comprobó que cuando se les ponía en un contexto neutro o positivo, el nivel de racismo implícito tendía a reducirse. En cambio, en contextos sociales negativos, en los que, por ejemplo, el resto de los avatares mostraba rechazo, el nivel de racismo de la persona tendía a aumentar.
Otro campo en el que los investigadores han estado trabajando es en el uso de VR como terapia de rehabilitación para personas que habían maltratado a su pareja o a un menor. La experiencia de virtual embodiment permitía a los maltratadores adquirir el punto de vista de la víctima y sentirse receptores de la violencia para fomentar la empatía.
Otro ejemplo es la rehabilitación motora en la cual se "lleva" a los pacientes a entornos más agradable, entretenidos o motivadores en los cuales realizar sus ejercicios y simular que el cuerpo reacciona mejor de lo que en realidad se mueve, reduciendo así la frustración.
Desde el punto de vista psicológico, la realidad virtual también se utiliza para el tratamiento del estrés postraumático y de las fobias. En este caso se expone a la persona a la situación que le causa estrés, pero con un control absoluto sobre el entorno para no llevarlo a situaciones límite.