A finales de marzo, la CMA concluyó en que las preocupaciones de Sony con Call of Duty no tienen base suficiente como para bloquear la compra, aunque todavía queda investigación por delante.
Llevamos muchos meses viendo noticias sobre la compra de Activision Blizzard, pero todo apunta a que el culebrón está cerca de su final. Al fin y al cabo, Microsoft se anotó un tanto cuando la CMA compartió a finales de marzo unos resultados preliminares donde decía que las preocupaciones de Sony con Call of Duty no tienen base suficiente como para bloquear la compra. Como era de esperar, esta novedad provocó un subidón en las acciones de la desarrolladora de videojuegos, aunque ahora conocemos la reacción de Sony ante las conclusiones de la reguladora de competencia inglesa.
Tom Warren, periodista de The Verge, comparte a través de su cuenta de Twitter la respuesta de la marca nipona ante el cambio de opinión de la CMA, pues a principios de febrero decía que la adquisición podría dañar a los jugadores. Y, ahora que la entidad observa la operación con un punto de vista más positivo (aunque, recordemos, todavía no la ha aprobado al 100%), la contestación de Sony no se ha hecho esperar.
"El cambio de posición de la CMA sobre la teoría del daño en consolas es sorprendente, sin precedentes e irracional. Los Resultados Provisionales (RP) [publicados en febrero] evaluaron una cantidad importante de evidencias para respaldar su hallazgo de que Microsoft tendría la capacidad y el incentivo para retener el contenido de Activision, y que esto disminuiría sustancialmente la competencia al excluir a PlayStation. Al evaluar este conjunto de pruebas, los RP enfatizaron – en consonancia con la jurisprudencia sobre el deber de la CMA de evaluar las pruebas – que es 'particularmente importante en este caso evaluar el incentivo de la Entidad Fusionada para llevar a cabo la ejecución considerando todas las pruebas disponibles en la ronda', en lugar de centrarse en un solo modelo".
Activision señala a Sony por su comportamiento
Esta no es la primera vez que vuelan los puñales entre Sony, Microsoft y Activision Blizzard, pues el CEO de esta última compañía acusó a la marca nipona de intentar sabotear la compra. Lo que, en consecuencia, derivó en el envío de un email a todos los empleados de la desarrolladora en el que se leía que los dueños de PlayStation estaban mostrando "un comportamiento decepcionante".