Esta consola ha logrado superar la barrera de los 61 millones de unidades vendidas, y se mantiene como la más vendida de su generación, pero el interés en ella está cayendo más rápido de lo esperado, y esto está afectando a las ventas.
Las ventas acumuladas de PS4 durante un periodo de tiempo similar fueron de 63,5 millones de unidades, y PS5 ha llegado a 61,7 millones de unidades. La diferencia es clara, pero lo más importante no es tanto la cantidad total de consolas vendidas, sino el hecho de que la caída en ventas por esa falta de interés está siendo más rápida de lo que esperaba la propia Sony.
A todo lo anterior debemos sumar otro problema que afecta a PS5, concretamente a los ingresos que genera esta consola a Sony, y es la debilidad del yen. Veremos cómo evoluciona la situación en los próximos trimestres, pero la tendencia es clara y apunta a una bajada continuada de las ventas que podría agravarse en función de cómo juegue Sony sus cartas con sus próximos lanzamientos triple A, y también con PS5 Pro.
Sony sigue sin resolver otro problema de PS5, el precio
Cuando Sony lanzó PS5 esta tenía un precio de 499,99 euros en su versión con unidad óptica, y de 399,99 euros en su versión sin unidad óptica. La especulación y la situación de inestabilidad que se produjo en Europa con la guerra de Ucrania dieron a la compañía la excusa perfecta para subir el precio de esta consola en 50 euros.
PS5 pasó a costar, casi dos años después de su lanzamiento, 549,99 euros y 449,99 euros en sus versiones con y sin unidad óptica. Nunca en la historia de las consolas ha ocurrido esto, de hecho lo más lógico es que suceda todo lo contrario, y que con el paso del tiempo se produzca un abaratamiento de los costes de producción y una devaluación del hardware de las consolas.
La subida de precio afectó a una gran cantidad de mercados, incluido el japonés, y todavía hoy sigue estando vigente. Comprar una PS5 en 2024 es más caro que en 2020, y esto es un auténtico despropósito. Sony se niega a bajar el precio de la consola de forma permanente, y esto es un problema que está afectando sin duda a sus ventas.
Creo que es evidente que Sony está esperando al lanzamiento de PS5 Pro para ajustar precios, y que será entonces cuando PS5 recibirá un recorte de forma permanente. Esa versión Pro, y la bajada de precio del modelo estándar, podrían reavivar el interés en las consolas de Sony y mejorar las ventas.
Mantener los precios actuales no tiene sentido, y es que por un poco más de dinero podemos montar un PC claramente superior y mucho más versátil. Si estáis pensando en comprar una PS5 os recomiendo esperar, ya que es solo cuestión de tiempo hasta que su precio acabe bajando entre 50 y 100 euros.