Durante los últimos meses, el nuevo foco de restricción impuesto por el gobierno estadounidense ha sido el mercado de los semiconductores, prohibiendo a los fabricantes que exporten gráficas, componentes y procesadores a empresas chinas.
Como respuesta, la Administración del Ciberespacio de China (CAC) prohibió en mayo que sus operadores chinos de infraestructuras críticas de información comprasen productos de Micron Technology, alegando a que éstos suponen un riesgo importante para la seguridad.
El último movimiento de Pekín
La última medida aplicada, a comienzos del mes de julio, ha sido la limitación de las exportaciones de productos como el galio y el germanio, dos metales esenciales en la fabricación de chips. Se alega también a intereses nacionales y a cuestiones de seguridad.
Estas nuevas restricciones chinas entrarán en vigor el próximo 1 de agosto y se aplicarán a ocho productos relacionados con el galio y a seis productos relacionados con el germanio. Se trata de una medida llamativa, ya que China es el principal productor de este tipo de metales al controlar el 80% de la producción mundial de minerales raros. Ahora, los exportadores deberán solicitar y obtener nuevas licencias para evitar ser sancionados.
De efectuarse esta situación, EEUU plantearía limitar el acceso de las empresas chinas a los servicios de computación en la nube que ofrecen las compañías estadounidenses.
Presión nacional contra la administración Biden
Ante esta espiral de tensión, varios directivos de empresas como Intel, Qualcomm o Nvidia se han reunido con Joe Biden para debatir la situación y las políticas que afectan a las exportaciones tecnológicas a China, poniendo fin a esta espiral de tensiones.
Entre los asistentes se encontraba Antonony Blinken, secretario de estado que recientemente viajó a China, o Gina Raimondo, secretaria de comercio, además de los CEO de las tres citadas empresas; Pat Gelsinger (Intel), Jensen Huang (Nvidia) y Cristiano Amon (Qualcomm).
Se prevé que en octubre lleguen nuevas restricciones para el gigante asiático, de ahí que antes de que ocurra, la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA) de EEUU ha solicitado formalmente a Washington el cese de las sanciones. La industria tecnológica se ha adelantado a las políticas aplicadas, pues es consciente que todo ello podría derivar en un cese de suministros.
El nuevo foco de restricciones
Los últimos movimientos de EEUU han planteado su preocupación por el desarrollo de sistemas de IA. De ahí que lleven tiempo vetando la venta de las tarjetas gráficas más potentes de Nvidia a China, pese a que el país ha intentado esquivar dichas restricciones.
Tal y como se esperaba, esta situación ha acabado repercutiendo en las acciones de empresas del sector, como la citada Nvidia o Advanced Micro Devices (AMD). De ahí que hayan perdido un 1,81% y un 0,19% respectivamente. Micron Technology también experimentó leves caídas, aunque sus ganancias acabaron siendo del 0,42%.
Frente a esta situación, Nvidia anunció el ofrecimiento de un nuevo chip avanzado para China llamado A800, cumpliendo así las normas de control de exportaciones. También modificó su chip H100 a principios de 2023 para cumplir con la normativa. Pero si las nuevas restricciones se aplican, el Departamento de Comercio de EEUU prohibiría también la venta de chips A800 sin una licencia especial de exportación.
Las acciones de empresas chinas de IA también han sufrido importantes caídas. El índice chino de IA, CSI, perdió recientemente un 3%, mientras que las acciones de Inspur Electronic Information Indutry (que cotizan en Shenzhen) se desplomaron un 10%. Del mismo modo, las acciones de Chengdu Information Technology of Chinese Academy of Scienses perdieron casi un 8%.
Por su parte, las acciones cotizadas en Hong Kong de Alibaba, que lanzó su propia versión de ChatGPT, cayeron un 1,6% y las de Tencent, que está construyendo su propio modelo de IA, bajaron un 1,58%.
El impacto en el sector
La industria de los semiconductores mantiene el objetivo común de proteger los beneficios que supone el comercio con China. El gigante asiático les proporciona más del 20% de sus ingresos totales, lo que supondría una pérdida importante si no se paralizan las restricciones.
Solo en 2022, China representó 180.000 millones de dólares en el mercado de los semiconductores, más de un tercio de los 555.900 millones de dólares totales que se registraron.