El gigante surcoreano sigue ampliando sus diferentes unidades de negocio abriéndose a nuevos frentes, y en esta ocasión Samsung ha decidido iniciar el proceso de fabricación en masa de su nueva solución de almacenamiento UFS 3.1, siglas de Universal Flash Storage, para automóviles. No debemos confundirla con la solución clásica para smartphones y otros dispositivos móviles que ya lleva un tiempo en el mercado.
Este nuevo tipo de almacenamiento de Samsung mantiene las claves de la UFS 3.1 tradicional, pero trae optimizaciones importantes que están pensadas específicamente para los sistemas de infoentretenimiento de los coches. Como sabrán muchos de nuestros lectores, prácticamente todos los automóviles que se fabrican y que se comercializan a día de hoy vienen con sistemas de infoentretenimiento, y estos necesitan de una serie de componentes básicos para funcionar.
La lista de componentes básicos está formada por un SoC, la memoria RAM, el almacenamiento, la pantall y el PCB que actúa como nexo de unión de todos esos componentes. En este caso, el almacenamiento UFS 3.1 de Samsung supondrá una mejora importante a nivel de rendimiento, y también en fiabilidad y vida útil.
Sabemos que Samsung ofrecerá a los fabricantes tres configuraciones distintas, y que todas estas traen optimizaciones importantes a nivel de consumo energético, lo que significa que son muy eficientes. La versión más económica tendrá una capacidad de 128 GB, la versión intermedia tendrá una capacidad de 256 GB y una velocidad de 2.000 MB/s en lectura secuencial y 700 MB/s en escritura secuencial. la tercera tendrá una capacidad de 512 GB, pero no tenemos detalles de momento sobre sus especificaciones concretas.
Según Samsung, el almacenamiento UFS 3.1 de 256 GB para automóviles ofrecerá una reducción de consumo de hasta un 33% frente a la generación anterior, y todas las versiones cumplen con los requisitos del estándar AEC-Q100 Grade2, que establece que todos los semiconductores utilizados en coches deben funcionar de forma estable en un rango de temperaturas que va desde los 40 hasta los 105 grados C.
La compañía lo tiene todo listo para poder empezar a comercializar esta nueva solución de almacenamiento para vehículos, aunque no estará lista hasta finales de este mismo año, lo que significa que los primeros coches que la utilizarán no llegarán hasta 2024, en el mejor de los casos, y es muy probable que su adopción no empiece a crecer de forma notable hasta 2025.