Microsoft presentó Prism como si este emulador fuese un «milagro» capaz de abrir una nueva era al más puro estilo Rosetta 2, la solución con la que Apple consiguió una transición perfecta de los procesadores Intel x86-x64 a sus propios SoCs basados en ARM. Las expectativas estaban muy altas, pero está claro que al final no se han cumplido.
Ya os hablé de este tema detenidamente en mi análisis del ASUS Vivobook S 15, donde os conté que el rendimiento del Snapdragon X Elite con Windows 11 ARM y las aplicaciones nativas era excelente, pero que al ejecutar aplicaciones bajo emulación el rendimiento bajaba notablemente, y que la compatibilidad con numerosos juegos y aplicaciones todavía tiene mucho que mejorar.
Es curioso, porque Microsoft dijo que se puede jugar en ARM gracias a Prism, pero los resultados que obtuve en mis pruebas dicen todo lo contrario. De siete juegos que probé solo funcionaron dos, uno de ellos apenas alcanzó los 30 FPS con calidad baja y un reescalado tan agresivo que partía de un 33% del total de píxeles, y el segundo presentaba un mal rendimiento incluso en calidad baja y tenía fallos gráficos graves.
Samsung no se pilla los dedos y habla claro sobre Microsoft Prism
La compañía surcoreana presentó su propia apuesta por ARM y Copilot+, el GalaxyBook Edge 4, un ultraportátil que está centrado en la movilidad y la eficiencia, y que obviamente no está especializado en juegos. Ante el optimismo de Microsoft, y para evitar problemas legales, Samsung ha compartido una información oficial donde indica que dicho portátil no es compatible con numerosas aplicaciones, soluciones de seguridad y juegos.
Repito una vez más que los portátiles que han lanzado ASUS, Samsung, HP y otros grandes del sector equipados con un SoC Snapdragon X Elite no son equipos para jugar, y que es lógico que estos tengan limitaciones a nivel de compatibilidad. El problema que nos ha llevado a este punto en el que se ha hecho necesario aclararlo ha sido, sin duda, ese optimismo desmedido por parte de Microsoft, que ha dado pie a malentendidos.
Como os dije en el análisis del ASUS Vivobook S15 los primeros portátiles con Snapdragon X Elite no son una mala opción. Ofrecen un valor interesante en algunos aspectos, como la autonomía y la movilidad, han sido los primeros en implementar la IA de segunda generación y rinden bien con Windows 11 ARM y con aplicaciones nativas.
Solo tenemos que ser conscientes de esos valores, del perfil de usuario al que se dirigen y de sus propias limitaciones para no generar falsas expectativas que nos lleven a esperar cosas que son imposibles en un equipo de este tipo. Obviamente Microsoft no pensó en esto y cometió un error de bulto cuando alabó en exceso a Prism.