Los funcionarios de Rusia están recibiendo órdenes de dejar de utilizar iPhones y otros dispositivos de Apple después de que el Servicio de Inteligencia de Rusia, el FSB, haya acusado sin pruebas a Apple de ayudar al gobierno de Estados Unidos a realizar operaciones de espionaje en el país, según el Financial Times.
Así, a partir del 17 de julio, los empleados del Ministerio de Comercio de Rusia no podrían utilizar iPhones en su trabajo. No va a ser el único organismo ruso que aplique esta medida, puesto que al menos otro ministerio se dispone a hacer lo mismo. También tienen planes de hacerlo en la compañía estatal petrolífera, Rostec.
Se extiende así el mandato del pasado mes de marzo a los funcionarios del Kremlin para que dejasen de utilizar dispositivos y productos de Apple, por temor a que fuesen vulnerables al hackeo por parte de grupos o individuos con el respaldo de Estados Unidos. Además, el mes pasado, el gobierno ruso acusó a Apple de trabajar en colaboración con las agencias de inteligencia de Estados Unidos, lo que niegan desde Cupertino.
Las acusaciones llegaron después de que una empresa de ciberseguridad asegurase que iPhones que tenían instaladas versiones antiguas de iOS habían sido infectados con malware, lo que los hacía vulnerables a las escuchas a través de los terminales. Sin embargo, la agencia no ha presentado ninguna prueba que sostenga esta afirmación. Además, expertos en seguridad independientes no han encontrado indicios de que Apple haya desarrollado excepcionalmente un backdoor, o puerta trasera, que evite el cifrado del dispositivo.
Eso no quiere decir que no hubiese brechas de seguridad, ya que después de las acusaciones de Rusia, Apple anunció varios parches para su sistema operativo iOS, citando a varios investigadores de la compañía rusa Kaspersky Lab, que habían identificado diversas vulnerabilidades.
La prohibición no afectará a los consumidores rusos, aunque Apple, como muchas otras tecnológicas, salió el año pasado del mercado ruso después del comienzo de la invasión de Ucrania. Pero los productos de Apple, así como de otras empresas, pueden seguir siendo importados por Rusia y distribuidos en el país a través de la venta de terceros.