Un profesional de finanzas en Hong Kong fue víctima de una estafa de 25 millones de dólares a través de una videoconferencia que resultó ser un deepfake de un CTO de la sede en Londres. Los estafadores utilizaron inteligencia artificial para crear videos y voces falsas, convenciendo al empleado para que realizara 15 transferencias a cinco cuentas bancarias locales.
Los videos generados por IA se crearon a partir de conferencias on-line genuinas anteriores. Para dar profundidad y credibilidad a la estafa, los perpetradores utilizaron cuentas falsas de WhatsApp, correo electrónico y videoconferencias individuales con miembros del personal de Hong Kong. Así lo cree el superintendente senior de la policía de la ciudad, Baron Chan Shun-ching, motivo por el cual la víctima no se percató del engaño.
Deepfake: una amenaza cada vez mayor
El problema de los deepfakes no se limita a Hong Kong, y los casos van en aumento. Además, dado el avance de la IA generativa, cada vez parecen más reales, y pronto será imposible diferenciar entre una falsificación y la realidad, lo cual es realmente preocupante.
En los Estados Unidos, los senadores introdujeron un proyecto de ley que permitiría a las víctimas retratadas en deepfakes pornográficos generados por IA sin consentimiento demandar a los creadores de los videos. La propia UE también está analizando esta problemática. En India, un video generado por IA del actor Rashmika Mandanna apareció on-line en noviembre, lo que llevó al ministro de Tecnología de la Información, Rajeev Chandrasekhar, a advertir que las plataformas de redes sociales serían responsables de los deepfakes que sus usuarios publican.
Estos incidentes subrayan la creciente amenaza de los deepfakes y la necesidad de tomar medidas para protegerse contra ellos. Aunque los deepfakes pueden haber sido considerados una amenaza menor en el pasado, ahora ya no lo son, y las consecuencias pueden ser bastante graves.