¿Quieres piratear Windows 11? Copilot te enseña

Copilot es, ya lo sabes, la gran apuesta de Microsoft para integrar la IA en su ecosistema, un asistente diseñado para hacer la vida más fácil a los usuarios.

Desde su llegada a Windows 11, ha ido ganando funciones que lo convierten en una herramienta cada vez más versátil, capaz de responder preguntas, resumir documentos e incluso ayudar con tareas complejas. Pero parece que su entusiasmo por ser útil ha ido demasiado lejos.

En un giro inesperado, mientras Microsoft refuerza sus medidas contra la piratería, su propia IA ha decidido echar una mano al otro bando. Según han descubierto algunos usuarios, Copilot está proporcionando instrucciones detalladas sobre cómo activar Windows 11 sin licencia, incluyendo enlaces a scripts y pasos concretos para ejecutarlos.

Este hallazgo ha sido documentado en plataformas como Reddit, donde varios usuarios han compartido capturas de pantalla mostrando las respuestas del asistente. Bastaba con preguntarle cómo activar Windows sin pagar para que Copilot, sin dudarlo, ofreciera soluciones que, en teoría, van en contra de las propias políticas de Microsoft. Lo más llamativo es que la IA no se limita a dar respuestas ambiguas o a redirigir a foros externos, sino que proporciona información detallada y accesible sin ninguna advertencia sobre los riesgos que implica.

El problema no es solo que Copilot facilite este tipo de prácticas, sino lo que dice sobre la capacidad de Microsoft para controlar su propia inteligencia artificial. No es la primera vez que un modelo de IA genera respuestas inesperadas o inapropiadas, pero que ocurra con un producto oficial de una empresa que lleva décadas luchando contra la piratería resulta irónico. La pregunta evidente es: ¿qué otras consultas problemáticas puede responder Copilot sin filtros adecuados?

Más allá de lo anecdótico, esta situación expone riesgos importantes en términos de seguridad. Muchos de los métodos de activación que circulan por Internet, y que supuestamente solo activan el sistema operativo, en realidad contienen malware que compromete por completo el equipo. Al no haber ningún filtro que alerte sobre estas amenazas, Copilot se convierte en un asistente que, sin quererlo, puede poner en riesgo a los usuarios.

Microsoft no ha hecho comentarios sobre este incidente, aunque es previsible que en los próximos días implemente bloqueos para evitar que su IA continúe proporcionando este tipo de información. Sin embargo, el daño ya está hecho. La compañía ha endurecido sus políticas contra las copias no originales en los últimos años, pero ahora su propia IA ha dejado en evidencia las debilidades de su enfoque. Si ni siquiera Microsoft puede controlar lo que dice Copilot sobre su propio sistema operativo, ¿qué garantías hay de que pueda gestionar adecuadamente otros aspectos críticos de su IA?

El caso de Copilot es un recordatorio más de los desafíos que plantea la inteligencia artificial en productos comerciales. Microsoft lleva años tratando de erradicar la piratería de Windows, y ahora su propio asistente ha socavado su estrategia en cuestión de segundos. ¿Llegará un momento en el que las IA sean realmente inteligentes, o seguiremos viendo casos como este, en los que su «inteligencia» resulta ser su mayor debilidad?