Tan solo han trascurrido unas horas desde que le hemos dado la bienvenida a 2024 y, bueno, ya nos estamos preguntando qué se reserva Apple para este año, algo que por otra parte no resulta demasiado sorprendente, si tenemos en cuenta que los rumores sobre los planes de Apple se suelen medir en meses, y en muchas ocasiones en años, desde que se producen hasta que se convierten en una realidad (cuando lo hacen, claro, pues en ocasiones se los lleva el viento).
Aunque Cupertino intenta sorprendernos todos los años con sus lanzamientos, es imposible sostener un ritmo alto a este respecto de manera continuada en el tiempo, de modo que en alguna ocasión nos encontramos con anuncios-lanzamientos sorprendentes y que nos dejan con la boca abierta, como ocurrió en su momento con el iPhone o como el ya pasado (por unas horas) 2023 con Apple Vision Pro, mientras que en otros, la mayoría, nos encontramos «solo» (que no es poco, ojo) con las renovaciones al uso de sus dispositivos, productos y servicios.
Al preguntarnos qué hará Apple en 2024 hay algunas respuestas que son evidentes: presentará y lanzará los iPhone 16, iOS 18, la nueva versión de macOS, una nueva generación de smartwatches con el esperado Series X, se mostrará más comprometida que nunca con el medio ambiente. También veremos la renovación de algún PC, quizá de auriculares… en fin, todo lo que vemos, año tras año, en los esfuerzos de la compañía por mantenerse en la brecha.
Hay, sin embargo, tres movimientos que se salen de lo común y que, por lo tanto, resultan mucho más interesantes. Lo que a su vez, claro, también hace que su éxito o fracaso pueda ser más estruendoso. En dos de ellos, diría que Apple lo tiene todo más bien resuelto, pero hay una tercera que, por su complejidad, es más susceptible de sufrir retrasos y/o ofrecer unos resultados que no estén a la altura de lo esperado. Así pues, voy a ordenar las tres de menor a mayor riesgo, aunque éste existe, por diversas razones, en todos los casos.
Apple Vision Pro
Sin duda fue el anuncio más importante de Apple el año pasado. El visor de realidad virtual, mixta y aumentada de los de Cupertino es mucho más que un visor, o lo que estamos acostumbrados de asociar a dicha definición. No en vano, la compañía lo denomina «Ordenador espacial», debido a que gracias a su capacidad de cómputo es capaz de ejecutar muchas de las tareas que realizamos, día a día, con el ordenador, pero con el extra que proporciona la realidad aumentada.
En 2023 fue protagonista por su anuncio, pero es en este 2024 cuando finalmente saldrá a la venta, muy probablemente en febrero. Lo hará, eso sí, de manera muy limitada, solo en una selección de tiendas de Apple, en Estados Unidos, en las que se habilitarán espacios específicos para ofrecer la experiencia de compra que ha planteado Cupertino para su ordenador espacial. Y no tengo la menor duda de que el interés que suscitarán esos espacios será formidable.
Desafíos: Apple enfrenta, no obstante, dos desafíos importantes con el lanzamiento de Vision Pro. El primero es, claro, que el dispositivo esté a la altura de las expectativas que ha generado. Es cierto que ya sabemos de personas que lo han probado y han quedado maravilladas, pero aún así, será cuando empiece a llegar a los primeros usuarios cuando esto se confirme o desmienta. Y el segundo es, claro, su precio, que parte de los 3.499 dólares, un importe muy elevado que puede estar justificado (al menos en parte), pero que aún tendremos que ver si no es un elemento disuasorio para sus potenciales compradores.
Salto cualitativo en gaming
Un punto muy interesante de la presentación de los iPhone 15, más concretamente de los modelos Pro y Pro Max, tuvo lugar entre el momento en el que nos contaban las novedades del SoC y el momento en el que abordaron las nuevas cámaras. Me refiero, claro, a cuando la explicación de las novedades del integrado nos llevaron a saber que mejoraban sustancialmente (con respecto a sus predecesores) sus capacidades en el apartado gráfico, al punto de que hacen posible emplear trazado de rayos en los juegos.
Este salto evolutivo no podía quedar en eso, en contarnos que ya era posible, así que lo que llegó a continuación fue el anuncio de que juegos como Death Stranding, Assassin’s Creed Mirage, Resident Evil Village y Resident Evil 4 Remake, entre otros, llegarían en los próximos meses a la App Store de iOS. Y solo serían compatibles, eso sí, con los iPhone 15 Pro, pues son los únicos que cuentan con los componentes adecuados como para proporcionar una experiencia de juego a la altura de lo esperado. Y este nuevo soporte para juegos más exigentes tendría, como gran hito, el lanzamiento en 2023 de Death Stranding no solo en iOS, también en ipadOS y macOS.
Desafíos: quienes lo han evaluado dicen que Apple ha hecho un gran trabajo para extender el alcance de sus dispositivos y sistemas operativos en el mundo de los juegos. Sin embargo hablamos de tecnologías endiabladamente complejas, de software terriblemente exigente y, por lo tanto, de potenciales dificultades. Hace unos días tuvimos noticia de que las versiones de Death Stranding se retrasaban a 2024. Nada que objetar a los retrasos justificados, pero hasta su lanzamiento nos deja con la duda de si, finalmente, se puede trasladar la experiencia de juego del ecosistema de PC al de los de Cupertino. Espero que sí.
Evolución en inteligencia artificial / Siri
Hace unos pocos días abordé el statu quo actual de Apple en lo referido a la inteligencia artificial, y nada ha cambiado desde entonces. Así, a un 2023 en el que poco o nada ha brillado en relación con la tecnología de moda, lo sucederá un 2024 que apunta en dirección contraria, toda vez que su primer LLM, denominado internamente Apple GPT, estaría ya lo suficientemente pulido como para empezar a ser integrado en el software y los servicios de la compañía.
Su alcance apunta a ser bastante amplio, desde asistir a los usuarios en la creación y edición de documentos con Pages, Numbers y Keynote hasta la confección de listas de reproducción personalizadas en base a prompts del usuario en Apple Music, la lista de posibilidades es enorme, y en Cupertino todavía no han dejado de pensar en más potenciales usos de este LLM propio. Ahora bien, la revolución más relevante en este sentido debería llegar a iOS 18 y, de su mano, a Siri.
Siri, el asistente digital de Apple, fue el precursor de este tipo de sistemas de interacción con el usuario. En su momento supuso una interesante revolución, pero la falta de evolución con los años ha dilapidado por completo la imagen de innovación que supuso en su momento. Hemos despedido 2023 viendo cómo Microsoft se esfuerza por extender la presencia de Copilot en dispositivos con Android e iOS, y Google apunta a un 2024 muy interesante en este sentido con Gemini Mini. Apple debe responder rápido y bien, si no quiere ver cómo los asistentes de terceros ganan tracción en iOS.
Desafíos: durante 2023 hemos visto grandes avances en la IA, sí, pero también modelos (algunos firmados por grandes tecnológicas) que cometían errores difíciles de excusar, y también hemos sabido de problemas como las alucinaciones de la IA (termino del año, por cierto, para el Cambridge Dictionary). ¿Podrá Apple evitar todos los potenciales problemas de crear una nueva Siri basada en su LLM? Entiendo que pondrán todos sus esfuerzos en ello, pero sin duda esto es muy complicado. Tendremos que esperar hasta su llegada para confirmar si lo han logrado o no.