Hace unos días Powerleader generó una importante polémica con el anuncio de sus CPUs x86, y al final se confirmó que dichos procesadores no eran más que chips Intel Core i3-10105 con una nomenclatura diferente. Todo, desde el conteo de núcleos hasta las frecuencias de trabajo y las configuraciones a nivel de caché lo dejaban muy claro.
Obvia decir que la compañía china quedó en una posición complicada tras conocerse la verdad, y al final no le ha quedado más remedio que reconocerlo, aunque lo ha hecho de una manera muy curiosa. Según Powerleader, esos procesadores han sido diseñados de manera conjunta con Intel, lo que significa que no son una copia ilegal de los mismos, sino que cuentan con el soporte del gigante del chip.
Por otro lado, también han dicho que sus procesadores utilizan un diseño ligeramente personalizado, como dando a entender que podrían traer mejoras frente a los modelos originales que, os recuerdo, se encuadran en la generación Comet Lake-S, lanzada en 2020. Sin embargo, Powerleader no ha podido concretar qué es lo que ha personalizado exactamente, y por tanto no tenemos más detalles.
Creo que este comentario no ha sido más que un intento de maquillar que, en el fondo, los procesadores que presentó Powerleader no son más que procesadores Intel Comet Lake-S con otro nombre, y otro firmware para que aparezcan identificados de manera distinta a la original. Os dejo los tres puntos clave que ha destacado la compañía china sobre el lanzamiento de estas CPUs:
-La primera CPU de Powerleader es un producto personalizado que se ha lanzado con el soporte de Intel.
-Estos procesadores serán utilizados principalmente en PCs de marca para el sector comercial.
-La compañía no ha declarado ningún tipo de proyecto vinculado con el gobierno chino, ni ha recibido ningún tipo de subsidio.
Aunque la compañía china ha culpado a los medios de comunicación por «tergiversar» las cosas, la verdad es que el error lo cometieron ellos desde el principio al no ser nada claros cuando presentaron estos procesadores. Si una empresa presenta una CPU y dice que utilizan una arquitectura nueva cualquier persona con unos conocimientos mínimos pensará que es algo nuevo, un producto propio, pero cuando descubra que en realidad es una CPU antigua de otra marca que ha sido renombrada se llevará una profunda decepción.
Eso ha sido lo que ha ocurrido, ni más ni menos. Powerleader no fue clara desde el principio, así que solo puede culparse a sí misma.