OpenAI respondió públicamente a la demanda por derechos de autor que presentó The New York Times el mes pasado. Y no se guardó nada. Los creadores de ChatGPT aseguran que la denuncia no tiene mérito y acusan al medio estadounidense de manipular su chatbot para que mostrara que supuestamente había copiado sus artículos.
OpenAI dijo que The New York Times «no cuenta la historia completa». «Parece que manipularon intencionalmente las indicaciones, que a menudo incluían extensos extractos de artículos, para que nuestro modelo [los] regurgitara», dice la empresa en un comunicado.
The New York Times está demandando tanto a OpenAI como a Microsoft, inversor clave en esta startup y que utiliza su tecnología en varios productos. El medio, uno de los más importantes del mundo, acusa a las dos compañías de entrenar la inteligencia artificial de ChatGPT copiando sus textos periodísticos sin autorización.
OpenAI dice ahora que habían solicitado a The New York Times que les enviaran algunos ejemplos del contenido plagiado. «Pero se negaron repetidamente a hacerlo, a pesar de nuestro compromiso de investigar y solucionar cualquier problema», dicen en el texto.
De acuerdo con la empresa de Sam Altman, el medio neoyorquino habría manipulado a ChatGPT para que "regurgitara" fragmentos específicos de sus artículos. Algo que habría logrado a través de prompts extensos y descripciones de texto extremadamente específicas. «Curiosamente, las regurgitaciones que indujo The New York Times parecen provenir de artículos de hace años que han proliferado en múltiples sitios web de terceros», dice OpenAI en su blog.
OpenAI, sorprendida por la denuncia de The New York Times
OpenAI afirma que mantuvo negociaciones con The New York Times hasta diciembre pasado, con el objetivo de pagar por una autorización para el uso de su contenido. «Su demanda del 27 de diciembre, de la que nos enteramos leyendo el NYT, fue una sorpresa y una decepción para nosotros», dice la firma californiana.
La compañía admitió que eliminó hace unos meses una función de ChatGPT, llamada Explorar, que reproducía —supuestamente sin intención— contenido protegido. También, que explicó al medio estadounidense que, como cualquier fuente única, «su contenido no contribuía significativamente al entrenamiento de nuestros modelos existentes y tampoco tendría suficiente impacto para el entrenamiento futuro».
Pero las acusaciones de plagio no vienen solo de The New York Times. OpenAI y Microsoft también fueron demandadas por un grupo de autores destacados, en el que hay varios ganadores del Premio Pulitzer. En este caso también participan escritores famosos como John Grisham, George R. R. Martin —creador de los libros originales de Juego de Tronos— y Jonathan Franzen.
OpenAI también ha reconocido que no se pueden crear modelos como el de ChatGPT sin el uso de material protegido por derechos de autor. «Sería imposible», dijo en una presentación ante la cámara alta del parlamento británico. «Los derechos de autor cubren hoy prácticamente todo tipo de expresión humana», reconoció en un documento con fecha de diciembre pasado.
Los de Sam Altman quiere seguir negociando
A pesar de todo, OpenAI dice que quiere seguir negociando con el medio estadounidense. «Todavía, tenemos la esperanza de una asociación constructiva con The New York Times y respetamos su larga historia», asegura la compañía.
OpenAI ya comenzó a formalizar acuerdos de uso de contenido con otras. Logró recientemente firmar una alianza con American Journalism Project y la editorial alemana Axel Springer. Y en julio del año pasado, recibió autorización para usar el archivo de noticias de Associated Press.
«Esperamos seguir colaborando con las organizaciones de noticias, ayudando a elevar su capacidad de producir periodismo de calidad al aprovechar el potencial transformador de la inteligencia artificial», destacó la empresa.