NVIDIA explica su estrategia tras intento de compra de ARM

El intento de compra de ARM por parte de NVIDIA se perfilaba como una de las operaciones más importantes dentro el sector tecnológico.

Pero también era una de las más polémicas por todas las cuestiones que suscitaba en términos de libre competencia. Es perfectamente comprensible ya que, al final, la arquitectura ARM juega un rol muy importante en numerosos sectores, y domina por completo el mercado smartphone.

Muchas empresas dependen de las licencias que tienen suscritas con ARM para mantener su «status quo», entre las que podemos citar nombres tan importantes como Qualcomm y Apple, y la posible compra de esta por un gigante como NVIDIA no gustó nada a la mayoría de esos gigantes, porque temían que, en un futuro no muy lejano, tuvieran que afrontar algún tipo de restricción, o de limitación, que les impidiera o les complicara el acceso a dicha arquitectura.

Para entenderlo nos basta con un par de sencillos ejemplos. Sin ARM, Apple no podría seguir diseñar sus SoCs serie A, utilizados en sus dispositivos móviles, y tampoco podría seguir diseñando sus chips serie M1, que se utilizan en sus equipos Mac y MacBook. Qualcomm tampoco podría seguir adelante con sus chips Snapdragon.

Sabemos que, a pesar del intento fallido de comprar ARM, los resultados de NVIDIA han sido muy positivos, y que la compañía mantiene una posición envidiable en el sector tecnológico, ¿pero cómo ha afectado esto a la estrategia de la compañía a medio y largo plazo? El CEO de NVIDIA, Jensen Huang, lo ha aclarado en una reciente entrevista con VentureBeat, y ha sido muy claro: nada ha cambiado, y no lo ha hecho precisamente porque al final no han podido comprar ARM.

En resumen, la estrategia de NVIDIA se mantiene sin cambios. Siguen apostando por la creación de soluciones de alto rendimiento en tres grandes áreas: CPUs, GPUs y DPUs (unidades de procesamiento de datos), y también mantienen su licencia de 20 años con ARM, lo que significa que seguirán utilizando dicha arquitectura en los procesadores que acompañan a sus diferentes SoCs, incluida la serie Tegra.

Por otro lado, Jensen también confirmó que utilizan la arquitectura RISC-V, y que esta está presente en diferentes áreas, como por ejemplo sus GPUs. Así, por ejemplo, dicha arquitectura se emplea en controladores de sistema, la GPU Bluefield, que viene con un motor de aceleración basado en RISC-V y que, en general, lo utilizan como motor programable casi siempre porque «es donde tiene sentido». Para NVIDIA nada ha cambiado, esto es un buen síntoma, y un claro signo de que la compañía es un gigante que no necesita adquisiciones para seguir creciendo.