Nvidia ha puesto en marcha la creación de una división de negocio nueva, dedicada al diseño de chips a medida para, entre otras, empresas dedicadas al cloud computing y a la Inteligencia Artificial Avanzadas.
Al frente de esta división estaría al parecer Dina McKinney, que ha sido ya directiva de las tecnológicas dedicadas a los procesadores AMD y Marvell. El objetivo de la unidad es crear tecnología para clientes de las áreas de cloud, 5G wireless y automoción.
En la actualidad, la compañía californiana controla alrededor del 80% del mercado de chips de IA de alta gama, una posición que ha hecho que sus acciones hayan subido ya en los últimos 12 meses hasta los 1,72 billones de dólares. Eso quiere decir que en 2023, el valor de sus títulos se ha triplicado. Pero hay cada vez más empresas que buscan alternativas a los chips de Nvidia, por lo que además de quedarse con un importante segmento de los chips personalizados podría servir a la compañía para evitar la pérdida de clientes. Con este paso ofrecería específicamente a cada empresa lo que necesita, asegurándolas como clientes.
Entre los clientes de Nvidia están Open AI, Alphabet, Microsoft o Meta. Estas y otras empresas han disparado la compra de sus chips para competir en el sector de la Inteligencia Artificial, que está experimentando un crecimiento exponencial. Sus chips H100 y A100 sirven como procesador para IA de propósito general a muchos de sus principales clientes. Tienen un precio muy elevado, por lo que las tecnológicas quieren ajustar tanto las cantidades que compran como el presupuesto total que invierten en este tipo de chips.
Pero no son pocas las tecnológicas que han empezado a desarrollar sus propios chips a nivel interno para cubrir ciertas necesidades concretas que tienen. Al hacerlo, reducen su consumo de energía, y al parecer también pueden acortar el tiempo que tardan en su diseño, y bajar sus costes. Por eso, o bien están creando equipos internos o han dirigido su búsqueda hacia compañías que diseñan procesadores prácticamente a medida, como Marvell Technology o Broadcom.
Los directivos de Nvidia ya se han reunido con representantes de Amazon, Meta, Microsoft, Google y OpenAI para discutir la fabricación de chips personalizados para ellos. Además, Nvidia quiere contar con clientes de desarrollo de chips personalizados en otros sectores, como la automoción, las telecomunicaciones o los videojuegos.
Este paso es el primero después de que la compañía manifestase ya en 2022 que iba a dejar a sus clientes integrar ciertas partes de su tecnología de red propietaria en sus propios chips. Desde entonces, no había manifestado nada al respecto. Pero la creación de esta división muestra que sus intenciones de entonces no se van a quedar probablemente solo en eso.
Esta división permitiría a Nvidia ofrecer tecnología y propiedad intelectual, pero dejaría la fabricación, empaquetado y otros pasos de la creación de semiconductores a un tercero, como TSMC. Al hacerlo, arrebataría cuota de mercado a Broadcom y Marvell, que como hemos mencionado se dedican también a ello. Mientras tanto, Nvidia ya está negociando con el fabricante de infraestructura de telecomunicaciones Ericsson para el diseño de un chip wireless que incluye la tecnología de GPU de Nvidia.