Recordemos que la sucesora de la querida y aún recordada Nintendo Wii fue, en general, una mala experiencia para la compañía y para sus usuarios, y que el ciclo de vida de 3DS se extendió más de lo inicialmente previsto, ocasionando ambas circunstancias que los números de la compañía a mitades de la década pasada no pasaran por sus mejores momentos.
Así, en 2017 se oficializó la muerte de Wii U, y tres años después ocurrió lo mismo con la familia 3DS, claro, ambos movimientos tuvieron lugar cuando Nintendo ya había empezado a escribir una nueva historia de éxito con Switch, que llegó al mercado en marzo de 2017, y cuya sucesora esperamos para el primer trimestre de 2025, ocho años después del debut de la generación actual de la compañía que, como bien sabes, se mantiene al margen de la guerra generacional entre Microsoft y Sony.
Así, con la caída de ambas predecesoras, a principios de 2022 supimos que los planes de Nintendo pasaban por darle el cerrojazo a las tiendas online de ambas consolas en marzo del año pasado para dicho cierre. Sin embargo, aunque desde aquel momento ya no fue posible adquirir nuevos juegos (pero sí descargar aquellos que habían sido comprados anteriormente), Nintendo optó por mantener operativos el resto de servicios online de ambas consolas.
El plazo, no obstante, ha finalizado, de modo que mañana, lunes 8 de abril, Nintendo «apagará» toda la infraestructura de servicios online de 3DS y Wii U, de modo que los jugadores ya no podrán jugar online, comunicarse con sus contactos ni cualquier otra función que dependa de conectividad a Internet a través de los servidores de la compañía. Un cierre que llega cuatro y siete años después de la salida al mercado de las mismas.
Podemos imaginar que los números para sostener esta infraestructura no cuadran, pues no serán demasiados los usuarios que todavía emplean dichas consolas. Hace apenas dos horas, en la noticia sobre el equipo dedicado a preservar los clásicos de Xbox, recordaba que Microsoft cerrará la tienda de Xbox 360 en junio de este año, casi 20 años después de su lanzamiento, ocho después de que fuera descontinuada por Microsoft (si bien su sucesora debutó tres años antes, en 2013). Parece, por lo tanto, que este 2024 es el año de la despedida de algunas consolas realmente memorables.