Al entrar en esta función, el navegador advierte que “Chrome no guardará tu historial de navegación, cookies ni datos de sitios ni la información que hayas ingresado en los formularios” y que “tu actividad será visible para los sitios web que visites, tu empleador o institución educativa, o tu proveedor de servicios de Internet”.
Esto significa que si un usuario accede a este modo conectado desde la red de un colegio o empresa de trabajo, el prestador de servicio puede saber las páginas a las que se está ingresando.
Adicionalmente, como la IP del dispositivo no se oculta, la red podría seguir bloqueando páginas restringidas en algunas zonas.
Entrar a determinadas portales web de forma incógnita tampoco evita que seamos atacados por un “malware”, incluso, estando en este modo podemos ser víctimas de un virus que puede no ser detectado desde el comienzo.
Debido a que nuestra información no se oculta completamente de las búsquedas también podríamos ser afectados por un “Man in the Middle”, una forma de ataque en la cual nuestros datos son interceptados y vendidos a empresas que estén interesadas en ellos.
Esto no significa necesariamente que nuestras cuentas de redes sociales y claves bancarias sean comercializadas, pues esta forma de ataque vende, principalmente, información relacionada a nuestras búsquedas para que algunas páginas nos muestren publicidad relacionada a las cosas que buscamos de forma incógnita.