La aplicación estrella de las que forman la suite de productividad y colaboración, Office, la más rentable hoy del software de Microsoft.
«Desde sus humildes comienzos, Word se ha convertido en una de las herramientas de oficina más populares del mundo y casi todo el mundo está familiarizado con ella de una forma u otra. Para celebrar su 40 cumpleaños, hemos decidido echar un vistazo a cómo llegamos hasta aquí y también compartir hacia dónde vamos», describen desde Microsoft.
Microsoft Word, creación y desarrollo
Corría el 25 de octubre de 1983 cuando Microsoft publicó un procesador de textos que tenía poco que ver técnicamente con la versión actual y tampoco con la relevancia que tuvo posteriormente. Su lanzamiento apenas tuvo interés en medio de soluciones más populares como el WordPerfect de Corel o el WordStar y la menor influencia de Microsoft en aquellas fechas, sin un Windows de por medio.
Microsoft se basó en el trabajo de los investigadores del Xerox PARC para la creación de Word. En ese mítico laboratorio se habían creado las mayores innovaciones de la época, fundamentales para el desarrollo de la ciencia de la computación, ya que crearon estándares tan importantes como Ethernet o la impresión por láser; periféricos como el ratón o características como la interfaz gráfica de usuario (GUI), otro desarrollo fundamental para la extensión masiva de los ordenadores personales y que fue copiado sin piedad por Apple y Microsoft para sus sistemas operativos.
En Xerox PARC también habían desarrollado una característica clave: el primer procesador de textos WYSIWYG. Se llamaba Xerox Bravo y supuso toda una revolución para el segmento. Hay que entender que los procesadores de texto de la época eran más bien editores avanzados. Word también nació con aquella vocación.
Microsoft lo tenía claro y con el objetivo general de crear una suite ofimática completa, contrató al desarrollador de Xerox, Charles Simonyi, para crear las aplicaciones de la suite. Como era imprescindible desarrollar un procesador de textos también contrató a otro ingeniero de Xerox, Richard Brodie, con el que comenzó a desarrollar el llamado «Multi-Tool Word«.
Las primeras 5 grandes versiones de Microsoft Word apenas cambiaron su aspecto original. Como no tenían interfaz gráfica, ya que estaban basadas en MS-DOS, el objetivo era competir con WordStar (el líder de la época) o el WordPerfect de Corel. Curiosamente, la primera versión del Word para Mac, sí tenía interfaz gráfica, lo que permitía ir viendo el futuro de la aplicación.
El lanzamiento del primer Windows fue clave para el desarrollo de Word. Aunque las versiones para MS-DOS estaban activas y se usaban cada vez más, el Word para Windows 1.0 de 1989 ya usaban el ratón incluso en el entorno de consola que ofrecía cosas como subrayados, negritas y cursivas en una interfaz en modo texto, lo que se consideraba todo un logro para la época.
A partir de ahí el impulso de Word fue imparable, al igual que la suite Office donde se incluyó junto a otras populares como la hoja de cálculo Excel o la destinada a presentaciones PowerPoint. La llegada de las interfaces gráficas a los sistemas operativos Windows o la barra de herramientas ya iban definiendo el futuro de Word, hasta que llegó el cambio radical en el acceso a los menús que supuso la cinta Ribbon.
La historia reciente es más conocida y el mayor cambio ha llegado de su modelo de distribución, desde la versión local (que tiene fecha de caducidad) a la versión en nube Office 365 (hoy Microsoft 365) convertida no solo en líder de su segmento sino también en servicios cloud profesionales.
En el 40 aniversario de Word no podemos terminar sin hablar de la polémica en torno a sus formatos y la utilización por Microsoft para dominar el mercado. DOC (al igual que XLS o PPT) se convirtieron en el estándar de facto ante las protestas de los competidores que llegaban del código abierto. La batalla fue cruenta y -al menos- logró la estandarización del formato abierto ODF y la reacción de Microsoft con el lanzamiento de OOXML.
En la práctica, Microsoft ganó la guerra y la interoperabilidad prometida no es tan completa como sería necesaria. Por supuesto, hay alternativas a Microsoft Word y a Microsoft Office, tan competentes como lo que llega de LibreOffice, que además de software de código abierto es totalmente gratuita.
Futuro de Microsoft Word
La compañía ha aprovechado el aniversario para señalar lo que podemos esperar en el futuro de Microsoft Word: «Al mirar hacia el futuro, nos comprometemos a llevar la antorcha y construir sobre los cimientos que se establecieron en 1983. Nuestro enfoque inquebrantable es garantizar que Word crezca para ayudar a los usuarios a medida que completan cualquier tarea de escritura y lectura, desde lo más sencillo a lo más complejo, de la manera más eficiente posible».
Con este fin, dicen estar invirtiendo en varias áreas, como:
-IA para Word con la inclusión del asistente Copilot que va a traer cambios fundamentales en las experiencias de escritura y lectura.
-Word para la Web. La versión básica del editor va a ser mejorada como herramienta de creación para consumo masivo.
-Mejor juntos. La colaboración será otro punto de mejora, para convertir a Word «en el lugar para crear, editar y revisar contenido de manera eficiente, sin importar dónde te encuentres, con quién estés trabajando o qué dispositivo estés utilizando».
-Motor de personalización. Un compromiso para brindar a los desarrolladores de Word las herramientas y capacidades que necesitan para «crear experiencias increíbles y respaldar flujos de trabajo personalizados».
-Word como tu aplicación de consumo favorita. «No se trata solo de creación de contenido. Word es un excelente lugar para leer los documentos que te importan, en cualquier dispositivo, estés donde estés».
Y nube. Mucha nube y el correspondiente servicio de suscripción. Microsoft publicó Office 2021 como versión de la suite independiente, para trabajo en local y con licencia perpetua. Pero el futuro de la suite (y de Microsoft Word) no pasa por ahí. Su lanzamiento fue más un compromiso que una solución. Un compromiso, quizá, para no dejar ni un milímetro de espacio a las alternativas mencionadas y mantener así el desarrollo como estándar de facto.
La compañía mantiene una apuesta total por sus servicios en nube y Microsoft 365 es el hogar ideal hoy para Word. De hecho, es difícil asegurar si la compañía volverá a lanzar una nueva versión en local.