Nunca llegó a confirmarse el desarrollo de HoloLens 3, pero estaba claro que esto dependería no solo del éxito que tuviera esa segunda generación, sino también del propio interés de Microsoft en seguir impulsando dicha plataforma de realidad mixta.
Como sabrán muchos de nuestros lectores, la realidad mixta aúna lo mejor de la realidad virtual y de la realidad aumentada, y permite aplicar elementos de realidad virtual sobre el mundo real, creando una experiencia de uso verdaderamente única. Así, por ejemplo, podemos mirar a un motor y HoloLens 2 nos mostrará los nombres de las piezas, así como instrucciones útiles para trabajar con él. Este es solo un ejemplo del potencial que tiene esta tecnología, y también uno de los más ilustrativos.
El caso es que, según una nueva filtración, parece que Microsoft ha decidido tirar la toalla con HoloLens 3, aunque esto no quiere decir que vaya a abandonar por completo el mundo de la realidad mixta. Según la fuente de la noticia, el gigante de Redmond habría llegado a un acuerdo con Samsung para continuar su aventura en este sector, pero partiendo de una estrategia totalmente nueva en la que HoloLens 3 no tiene cabida.
Ese supuesto acuerdo contempla que Samsung se ocuparía de desarrollar un nuevo kit de realidad mixta, es decir, de dar forma al hardware, y que Microsoft sacaría adelante todo lo relacionado con el software. Hace tiempo que Microsoft dejó de ser una compañía limitada al software, pero la verdad es que este nuevo enfoque tiene mucho más sentido, y podría ser mucho más rentable para el gigante de Redmond.
Aunque no hay nada confirmado, y las declaraciones que han realizado en el pasado algunos de los ejecutivos más importantes de Microsoft sobre HoloLens son contradictorias, debo decir que esta información tiene mucha credibilidad, sobre todo viendo que no hace mucho se produjo la salida de ejecutivos de alto rango que jugaban un rol importante en el equipo de HoloLens en Microsoft, como Don Box y Dave Reed, que se fueron directamente a Meta.
El futuro de HoloLens es, de momento, incierto, pero lo que está claro es que el metaverso representa un «pastel» demasiado jugoso que Microsoft no va a pasar por alto, y que reclamará «su trozo» ya sea con su propia combinación de software y de hardware, o solo con su software.