Un movimiento curioso por parte de Microsoft que, sin embargo, no supone un veto absoluto a dicha actividad, ya que todavía es posible minar si obtenemos un permiso específico por parte de la compañía.
Este cambio se ha introducido a través de una modificación de los «Términos Universales de Licencia de Servicios Online» de Microsoft, que ha entrado en vigor a principios de este mismo mes. Esa modificación dice de forma muy clara que ya no está permitido utilizar los servicios online para minar criptodivisas, salvo que obtengamos un permiso previo.
El nuevo enfoque de Microsoft tiene una explicación muy sencilla, y muy clara. Por un lado es una respuesta a la decadencia de las criptodivisas, y por otra parte es un intento de proteger a todos los que utilizan sus soluciones en la nube. Es importante tener en cuenta además que el gigante de Redmond no es la primera en seguir este camino, otros grandes como Oracle y OVH tampoco permiten, de forma general, el uso de sus soluciones para minar criptodivisas, y otras empresas como Digital Ocean y Google Cloud requieren un permiso por escrito, mientras que Amazon Web Services restringe la actividad en su nivel gratuito.
Microsoft recomienda, para evitar problemas, que sus clientes consigan una aprobación por escrito para realizar esa actividad con sus servicios online, pero no ha especificado cómo debe realizarse la solicitud ni a dónde debe dirigirse. Según la fuente de esta información, la compañía también tomó esta decisión porque la minería sin control puede provocar interrupciones y problemas en sus servicios, y porque los mineros suelen estar relacionados con fraudes y ataques.
A título personal debo decir que me parece una decisión acertada y totalmente comprensible por parte de Microsoft. Todavía no está claro cuántos mineros pueden haberse visto afectados por este cambio, pero la verdad es que con la caída en picado que ha experimentado el valor de las criptodivisas más importantes el minado de las mismas es, hoy por hoy, muy difícil de justificar en términos económicos. No podemos descartar que dentro de un tiempo estas repunten y que incluso nos encontremos con una nueva burbuja, pero a día de hoy la realidad es la que es.