Atibaia, Brasil.- ¿Son las frecuencias en los 800 Megahertz —devueltas hace poco por un operador comercial al Estado mexicano— una oportunidad para empujar la cobertura de Internet y para crear cimientos de 5G en comunidades rurales, poblaciones apartadas o en aquellas económicamente deprimidas? Especialistas reunidos aquí estiman que sí, dado que 5G no sólo se caracterizará por ofrecer una baja latencia que llevará a la medicina y al sector automotriz a otro nivel; ni que será más veloz sólo para descargar películas en pocos segundos, porque la gran promesa de las redes de quinta generación (5G) está detonar negocios en Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés), inventar nuevas aplicaciones y sobre todo, llevar conectividad a todos.
Leonardo Luciano de Maia es gerente técnico en el Instituto Nacional de Telecomunicaciones de Brasil y también es académico especializado en esa área, y en el Inatel donde se desempeña han comenzado a elaborar informes sobre cómo las “bandas bajas” o aquellas que se ubican por debajo de un Gigahert, en los casos que no se utilicen y también en los que sí, pueden ampliar la conectividad a través de distintos modelos de negocio o sin fines de lucro para las zonas desconectadas de esta nación.
En un país con más de ocho millones de kilómetros cuadrados de territorio, las propuestas del Inatel respecto a la eficiencia en el uso del espectro pueden funcionar, pero igualmente pudieran aplicarse a la realidad de México porque allí la orografía y el poder adquisitivo de las personas, entre otros factores, también han complicado a los operadores comerciales en su empuje de cobertura hacia las áreas rurales.
La redes de comunicación basadas en fibra ofrecen mejor confiabilidad, gran ancho de banda, baja latencia y consumo de energía y en el mediano plazo reducen costos de operación, ayudan a desarrollar nuevas fuentes de ingresos y también llegan a ser una especie de redes predictivas que indican al operador que quiere el usuario y cuándo.
Por eso el espectro de uso libre y bandas como la de 800, 850 MHz y otras consideradas con “mejor” naturaleza para la cobertura, pueden apoyar los planes de gobiernos en el objetivo de conectar gente, estima Leonardo Luciano de Maia en el foro Furukawa Summit 2019.
“Si utilizamos un poco de retórica y nos cuestionamos para qué usamos o qué necesitamos en el celular (…) Dirán que necesitamos menor latencia y mucha más velocidad. Pero eso no puede ser lo más importante en ciertas comunidades, como sí puede serlo en los centros poblacionales más importantes. En otros más, la cobertura es lo que se necesita con urgencia: nuestro gigante Brasil todavía peca en la cobertura, porque uno sale de los centros urbanos y a diez o quince kilómetros ya no tiene señal y quizá no seamos los únicos así. Por eso las bandas de cobertura podrían ser buenas frecuencias para las zonas rurales, porque tienen poder para crecer la conectividad”, aseguró Luciano de Maia.
Invitado por Furukawa Electric para contar su visión de 5G, Luciano de Maia expone que 5G e IoT pueden interligarse en la innovación y creación de nuevos negocios, pero no son lo mismo; y remarca que las comunidades rurales no deben pensarse sólo como el campo y la agricultura, pues personas también viven en la costa, la montaña o pegada a los desiertos y la creación de aplicaciones de 5G para esas zonas no deben circunscribirse sólo al sector agrícola. La creatividad, insiste, es parte de lo que hará posible a las redes 5G allí.
Luciano de Maia se ha enterado de que en México el actual gobierno federal ha prometido llevar telefonía e Internet a todas esas comunidades apartadas o económicamente pobres; también de que hace poco uno de los tres grandes operadores nacionales del mercado móvil decidió regresar al Estado las frecuencias que poseía en concesión en el espectro de 800 MHz y resultado de una estrategia de negocio pensada para migrar sus usuarios de 2G a 4G y para concentrarse en bandas de capacidad mejor aprovechadas en centros urbanos, como la 2.5 GHz.
El gobierno mexicano entonces tiene hoy, a través de la recién creada estatal CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, un título de concesión única para uso social de cobertura nacional, frecuencias de entre 16 y 35 MHz de ancho de banda en los 800 MHz, según la región del país, y operadores de servicios desde espectro de uso libre y también a operadores satelitales en los que puede apoyarse para cumplir su meta de conectar mexicanos.
También ha designado una partida de casi 56 millones de dólares, 1,095 millones de pesos, para que esa estatal pueda iniciar operaciones en las zonas de nula cobertura o en aquellas donde las redes sean de tecnología 3G e inferiores. Este presupuesto es escaso para cumplir los planes del gobierno, pero indican una buena intención de querer ampliar la cobertura, plantea Leonardo Luciano a este medio.
“Por supuesto ese dinero no alcanza. Pero es una buena señal, por algo se tiene que empezar y se esperaría que mantenga inversiones; y si va para donde hay redes 3G o nada, es algo muy bueno”.
“Una idea posible podría ser que empiecen a desarrollar 5G para zonas rurales, utilizando esas frecuencias bajas que todavía pueden llegar lejos con su cobertura; algunas con más de 50 kilómetros, que pueden haber problemas por montañas y otros, pero con esas frecuencias se podría llegar bien, con un Internet de cierta calidad equiparable a las ciudades. No sería un Internet responsivo, pero el acceso es lo primero que agradecerán. Ese es un primer objetivo y después planear qué más con 5G se puede hacer en esas zonas”.
Ocupar los trozos regionales de los 800 MHz retornados al Estado es una alternativa y habría que verificar si esas bandas pueden aprovecharse en adelante para esos fines o habilitar su uso para ese motivo.
“La autoridad (gobierno) tiene esas posibilidades y si explota su creatividad, pues de eso se trata también la 5G, podría llegar allí con un conjunto de redes 4G y 5G; puede combinar sus propios planes con lo que pueda ser factible a través de la Red Compartida (700 MHz) o buscar a los pequeños operadores del espectro libre, y/o cableros locales y satelitales; ellos deben conocer muy bien las zonas rurales. En los planes suena bien y si lo logra, podrá decir a los privados ‘los estoy haciendo y es posible’. Las 5G llegaron haciendo mucho ruido y es porque va a cambiar nuestra vida; cómo nos comunicamos y creará oportunidad de negocios y su promesa es que ahora sí se va a conectar más gente”.