El proyecto de Facebook para lanzar la moneda digital Libra y la idea de Google de crear cuentas corrientes han vuelto a elevar el tono del debate sobre la amenaza que estos grandes grupos tecnológicos suponen para el negocio de los bancos.
En un extenso informe, los analistas de Bank of America estudian el potencial impacto para las entidades financieras europeas que puede suponer esta nueva competencia. Su conclusión es relativamente tranquilizadora para grupos como Santander, BBVA, Crédit Agricole, Lloyds o Commerzbank: “Los bancos europeos afrontan muchos desafíos, pero un ataque frontal por parte de firmas como Amazon o Google no está entre ellos”, señala la nota enviada a los inversores por la firma de Wall Street.
Según el documento, los gigantes digitales van a tener un papel más relevante como proveedores o aliados de los bancos, que como rivales. Por ejemplo, Facebook, Google y Apple contemplan colaborar con las entidades tradicionales en sus respectivos medios de pago.
Amazon ya es un suministrador clave para muchos bancos, al almacenar sus datos en la nube (a través de grandes servidores centralizados). Pero esto no debe calmar a los ejecutivos de la industria. Bank of America ve un mayor riesgo de erosión de su negocio por los pequeños nuevos entrantes (las firmas de tecnología financiera o fintech), que cuentan con el apoyo de fondos de inversión y atacan nichos de mercado donde las entidades son más rentables, como las transferencias, el cambio de divisas y tarjetas.
El riesgo
“Los bancos tradicionales seguirán viendo sus negocios amenazados por los nuevos entrantes que son capaces de aportar una tecnología moderna. TransferWise es un buen ejemplo de ello. Ha seguido aumentando sus ingresos, siendo sólidamente rentable, al ofrecer servicios de transferencia de divisas a bajo coste para clientes minoristas y pymes. Al mismo tiempo, los diversos bancos digitales (Monzo, N26, Starling, OakNorth, Klarna, Revolut y otros) siguen haciendo crecer sus negocios, entrando en segmentos que eran coto de los bancos. Esas compañías aceptan ser reguladas como servicios financieros, tienen tecnología moderna y no afrontan las cuestiones sobre el uso de datos que tienen algunas grandes compañías tecnológicas”.
Esta advertencia contradice algunos comentarios de directivos de banca y directivos, que hablan de Facebook, Apple, Amazon o Google como los grupos que en el futuro pueden quedarse con buena parte de la tarta financiera.
Freno regulatorio
El equipo de Bank of America admite que “el argumento de que las grandes tecnológicas pueden ir a por los bancos es poderoso. Tienen marcas potentes, mucha liquidez, no cuentan con un legado de tecnología obsoleta y cuentan con mucha información y datos de los consumidores”.
Pero el análisis apunta a dos motivos que pueden disuadir a esos grupos de convertirse en bancos.
El primero es el duro escrutinio regulatorio que tendrán que afrontar para dar servicios financieros. “El sector está regulado de forma intensa. Aunque los reguladores tienen simpatía hacia la innovación, tienden a estar más motivados por la estabilidad financiera y la competencia”.
Por ejemplo, empezar a captar depósitos obligaría a que los gigantes tecnológicos aparquen grandes cantidades de capital. “Convertirse en bancos provocaría un cambio dramático en los balances de las empresas tecnológicas”, señala la entidad estadounidense.
La segunda razón es que en Europa, a diferencia de mercados emergentes en Asia y África, donde las firmas de Internet se han metido de lleno en el mundo financiero, no existen amplios segmentos de la población sin acceso a los bancos ni se percibe la ausencia de productos o servicios. “En Europa no hay millones de personas sin acceso a los servicios financieros. En mercados emergentes, sí, lo que ha permitido a compañías tecnológicas como Ant Financial y M-Pesa construir grandes (y socialmente útiles) negocios. Pensamos que la misma estrategia en Europa caería en terreno árido, porque hay una enormidad de diferentes cuentas bancarias”.
Dónde invertir
En todo caso, Bank of America considera que los bancos tradicionales deben realizar una fuerte inversión para modernizar sus sistemas, proceso que tiene riesgos de ejecución como sucedió con TSB, filial británica de Sabadell. Por ello, los analistas de la firma aconsejan invertir en bancos como ING y Bank of Ireland, que ya operan desde nuevas plataformas. También recomienda London Stock Exchange (LSE), operador de la Bolsa de Londres, que se ha lanzado a la gestión de datos de mercados con la compra de Refinitiv (propietario de los terminales de Reuters).