Según Reuters, esta sanción llega después de que uel Tribunal General de la UE, el segundo mayor de la región, con sede en Luxemburgo, desestimase una multa anterior a la compañía. Esta sanción era ligeramente superior a los 1.000 millones de euros, y la impuso la Unión Europea en el año 2009.
Esta multa inicial se debía a los intentos de Intel para reducir las posibilidades de AMD en el mercado de las CPUs x86. Para imponérsela, la Comisión Europea alegó que los incentivos financieros de Intel a los fabricantes de ordenadores había tenido un impacto negativo en la competencia en el sector. No obstante, el tribunal rechazó esta alegación, lo que llevó a la anulación de la multa.
En cuanto a la nueva sanción, se centra en las prácticas de Intel entre 2002 y 2006 con varios de los principales fabricantes de ordenadores, como HP o Lenovo. Los acuerdos que Intel tenía con ellos estaban, al parecer, centrados en frenar e incluso detener la entrada de productos que integrasen CPUs de sus competidores, algo que sucedió al parecer en los primeros años de este siglo.
Entonces, Intel competía sobre todo con AMD, aunque había otros proveedores más pequeños de CPUs x86. El tribunal, con su decisión, ha reconocido que estas actuaciones son un claro mal uso de la posición de dominio del mercado de Intel.
No obstante, el fallo del tribunal del año pasado de anular la multa original no se basó en un rechazo del abuso de mercado de Intel. Se hizo por las ambigüedades relacionadas con cómo estaba relacionada la multa con las prácticas cuestionables de Intel. La decisión de la Comisión Europea de multar de nuevo a Intel para corregir estas ambigüedades y responsabilizar a la compañía de sus acciones durante el periodo mencionado.
Por tanto, las prácticas de mercado de Intel entre 2002 y 2006 han quedado reconocidas como abusivas, aunque las cantidades que se le han impuesto como sanción, y sus justificaciones, son más contenidas que se le impusieron hace unos años. A pesar de ello, con esta sanción, la Comisión Europea busca rectificar temas que se han pasado por alto y asegurar que el dominio de Intel del mercado no se usa con malos fines ni en detrimento de sus competidores en particular y de todo el sector en general.
Como era de esperar, Intel está valorando las opciones que tiene con respecto a esta sanción, y si lo estima conveniente, tomará medidas. Así, ha manifestado que están «analizando la decisión y la cantidad de la multa para determinar las posibles bases y las posibilidades de éxito de una apelación ante los Tribunales Europeos«.