Con las normas de esta propuesta, que se apoyan en una directiva de la UE sobre el combate de la violencia de género en general, y de la violencia doméstica en particular, se penalizará la compartición no consensuada de imágenes íntimas. Entre ellas estarán los deepfakes generados con herramientas de Inteligencia Artificial.
Esto podría llegar a reducir y eliminar la conocida como pornografía de venganza. El ciberacoso, el hostigamiento online, los discursos de odio contra las mujeres o el envío de nudes (desnudos) no solicitados serán también reconocidos como ofensas criminales.
Según miembros de la Comisión Europea, tener una directiva para todos los países miembros que aborde específicamente estos hechos concretos ayudará a las víctimas de los estados miembros que todavía no los hayan criminalizado. De hecho, la UE señala que es un tema urgente, «dado el alcance exponencial e impacto dramático de la violencia online«.
Además, la directiva requerirá a los países miembros de la UE el desarrollo de medidas que ayuden a los usuarios a identificar con más facilidad la ciberviolencia, y a saber cómo prevenirla si pueden, o cómo buscar ayuda si la sufren. Todos tendrán que ofrecer también a sus residentes un portal online al que puedan enviar sus denuncias.
La propuesta también identifica la formación en todo lo relacionado con el mundo digital y su funcionamiento como una de las claves para ayudar a combatir la violencia online. Por eso, la nueva directiva requiere que se pongan en marcha medidas para que los usuarios de Internet puedan desarrollar habilidades que les permitan identificar y abordar los comportamientos de violencia online, así como buscar apoyo y poner medios para evitar que se comentan este tipo de actos.