La adopción de Windows 11, por detrás de la de Windows 10

En 2017, dos años después de que Windows 10 saliese al mercado, este sistema operativo estaba ya instalado y activo en más de 500 millones de dispositivos.


Windows 11 se lanzó al mercado hace ya dos años, y según información interna de Microsoft, aunque sin confirmar, hay unos 400 millones de dispositivos que lo tienen instalado como sistema operativo. Son unas cifras con las que ha conseguido superar las expectativas de la compañía. Y pueden parecer muchos, pero según Windowscentral, en realidad, esta cifra solo es indicativa de que su nivel de adopción está bastante por detrás de la que había conseguido su versión anterior, Windows 10, dos años después de su lanzamiento.

En 2017, dos años después de que Windows 10 saliese al mercado, este sistema operativo estaba ya instalado y activo en más de 500 millones de dispositivos. Así lo reflejaba el informe anual de Microsoft de dicho año. Por tanto, el nivel de adopción de Windows 11 es más lento.

Microsoft no ha confirmado estas cifras de la versión más reciente de su sistema operativo, pero están en línea con las tendencias que se ven procedentes de diversas fuentes públicas. Entre ellas está Statcounter, que señala que Windows 10 estaba todavía instalado y en funcionamiento en el 70% de los dispositivos con Windows el pasado mes de septiembre. En cuanto a Windows 11, lo estaba en menos del 24%. Un porcentaje inferior al de Windows 10 en sus dos primeros años, que llegaba a casi el 38% de los ordenadores.

Una diferencia de 100 millones en instalación y uso en equipos parece ser una distancia bastante grande, pero no lo es tanto como parece, por las circunstancias que han rodeado a ambos lanzamientos. El de Windows 10 se produjo tiempo después de la salida del altamente impopular Windows 8, que incluyó un cambio de interfaz de usuario que no recibió muy buena acogida. A Windows 10 se le vio como el intento de Microsoft de enderezar el rumbo y marcar distancias con respecto a Windows 8, y el público lo adoptó con bastante rapidez.

En el caso de Windows 11, se lanzó después de un sistema operativo con bastante buena acogida, por lo que muchos usuarios no han visto todavía la necesidad de actualizar sus sistemas. Además, la versión más reciente de Windows tiene unos requisitos de hardware que no cumplen bastantes equipos que todavía funcionan perfectamente, lo que ha hecho que su adopción se frene. La venta de PCs ha registrado en los últimos meses un descenso importante tras un ciclo de renovación anterior, lo que dificulta que Windows 11 siga avanzando.

Por lo tanto, las previsiones para los próximos meses de Microsoft son bastante contenidas. De hecho, no esperan que supere la barrera de los 500 millones de equipos con el sistema instalado y en funcionamiento hasta el próximo año 2024. Año en el que también debutará posiblemente Windows 12, por lo que es más que probable que los de Redmond deseasen que la adopción de Windows 11 fuese más rápida.